Si bien Racing no pudo llegar a la final de la Copa Libertadores, el Cilindro de Avellaneda fue escenario de un momento que quedará grabado en la memoria de sus hinchas. En la previa del partido, los simpatizantes de la Academia protagonizaron un recibimiento impresionante para apoyar a su equipo ante Flamengo por el duelo de vuelta la semifinal de la Copa Libertadores.
Los fanáticos, conscientes de la importancia del encuentro, colmaron las tribunas y desataron un fervoroso clima pocas veces visto en los últimos años. A pocos minutos del inicio del partido, el estadio se transformó en una fiesta de colores y sonidos gracias a miles de fuegos de artificio que iluminaron el ambiente y cubrieron el aire con humo de diferentes tonalidades.
Tal fue el despliegue que la visibilidad en el campo se vio afectada por esta enorme cortina de humo y el partido debió postergarse unos minutos (ya se había demorado por la tardanza previa del micro de Flamengo) para permitir que el humo se disipara y el juego pudiera desarrollarse con normalidad, mientras desde los cuatro costados del Cilindro se escuchaban cánticos ensordecedores para mostrar aliento a los jugadores.
Lo cierto es que, a pesar del resultado adverso, los fanáticos de Racing realizaron un histórico recibimiento para acompañar a sus futbolistas buscando que ellos les den un plus en la cancha. A pesar de irse de su casa masticando bronca por la oportunidad perdida de volver a una final de Copa Libertadores tras 58 años, las imágenes que se vivieron se mantendrán en la retina de todos los académicos por mucho tiempo.