La crisis en Boca ya no se disimula ni en los pasillos de Brandsen 805 ni en las reuniones de mate del predio de Ezeiza. Los últimos resultados deportivos, la deslucida imagen del equipo y un nuevo escándalo mediático que salpica directamente a "el Chanchi" Riquelme, el hermano de Juan Román, detonaron una interna feroz que podría marcar el final del Consejo del Fútbol tal como lo conocemos.
En las últimas horas, una filtración sacudió al mundo Boca: se habla de la inminente salida de uno de los miembros históricos del Consejo, ese grupo de exjugadores devenidos en dirigentes que Román armó a su imagen y semejanza. ¿El apuntado? Mauricio "Chicho" Serna. Aunque en off the record también suena el nombre de Marcelo "Chelo" Delgado como posible fusible.
La bomba explotó en un momento delicado. Boca viene de quedar eliminado de la Copa Sudamericana, pelea sin rumbo claro en la Liga Profesional y su funcionamiento dentro de la cancha es tan gris como el clima institucional que lo rodea. Pero lo que colmó la paciencia fue el escándalo mediático que involucra al Chanchi Riquelme, hermano y principal hombre de confianza del presidente, en una supuesta filtración de chats íntimos con una influencer.
Las redes no tardaron en hacer leña del árbol caído: “El Consejo del Fútbol ahora parece más un consejo del mate y el asado”, ironizó un hincha en X (exTwitter), en referencia a la falta de autocrítica, planificación y resultados. La frase, aunque hiriente, resume el hartazgo de una parte del mundo Boca que empieza a cuestionar la estructura montada por Riquelme desde que asumió en 2019.
Riquelme, acorralado
Desde su llegada a la dirigencia, Juan Román Riquelme apostó por rodearse de excompañeros con los que compartió vestuario y códigos. Pero con el correr del tiempo, las formas desgastaron los fondos. Las decisiones deportivas fueron cada vez más cuestionadas y los conflictos internos se hicieron cada vez más públicos: entrenadores que se van sin gloria, jugadores marginados sin explicación, refuerzos que no rinden y un club que no encuentra paz.
Ahora, según trascendió en medios cercanos al club, el propio Román analiza una reestructuración profunda del Consejo del Fútbol. “Se vienen cambios”, deslizó una fuente cercana al presidente. Y la primera cabeza en rodar sería la de Chicho Serna, el colombiano que llegó para aportar su experiencia y carisma, pero que quedó en el ojo de la tormenta por su protagonismo silencioso… y por algunas gestiones poco claras.
Otros aseguran que el Chelo Delgado podría ser el apuntado, incluso por fuera de las filtraciones recientes, y que el Chanchi Riquelme ya no tendría poder formal pero sigue influyendo en la toma de decisiones, lo que genera tensiones con el resto del staff técnico y con algunos jugadores.
¿Qué viene ahora?
Riquelme sabe que no puede permitirse seguir perdiendo crédito, sobre todo con las elecciones en el horizonte. Por eso, busca dar un golpe de timón que sacuda el vestuario, las oficinas y el humor del hincha. Para eso, necesita mostrar gestión y mano firme. Pero también, recuperar el rumbo deportivo de un equipo que parece perdido entre declaraciones rimbombantes y decisiones erráticas.
El hincha de Boca, acostumbrado a la gloria y a la exigencia, no perdona las derrotas ni los papelones institucionales. Y aunque el legado de Riquelme como ídolo es indiscutido, su gestión como dirigente atraviesa el momento más delicado desde que se calzó el traje de presidente.
¿Se viene el final del Consejo del Fútbol? ¿Será Chicho el chivo expiatorio? ¿Y qué rol juega el Chanchi en las sombras? Las próximas semanas serán claves para el futuro inmediato de Boca. Y lo que está en juego no es solo un cargo… sino el modelo de club que Román prometió construir.