El mundo del deporte quedó paralizado este miércoles tras conocerse dos noticias devastadoras con pocas horas de diferencia. Mientras Europa aún intentaba asimilar la muerte del futbolista portugués Diogo Jota y su hermano en un accidente automovilístico, se confirmaba también el fallecimiento del piloto español Borja Gómez, de apenas 20 años, durante un entrenamiento en el circuito francés de Magny-Cours. Dos jóvenes promesas, dos destinos truncados, un mismo día negro para el alto rendimiento.
Borja Gómez Rus, oriundo de San Javier, Murcia, perdió la vida durante los entrenamientos libres del Campeonato Europeo de Stock, categoría formativa del JuniorGP. El piloto del Team Laglisse cayó tras perder el control de su moto en una curva y fue brutalmente arrollado por otro competidor que no logró esquivarlo. Aunque fue asistido de inmediato, las lesiones sufridas fueron incompatibles con la vida.
La noticia fue confirmada por su equipo a través de redes sociales: “Con todo el dolor de nuestro corazón, lamentamos comunicar que Borja Gómez ha fallecido tras un grave accidente. Más allá de su talento como piloto, lo recordaremos por su simpatía y calidez humana. Siempre lo llevaremos en nuestros corazones”.
Borja no era un desconocido en el ambiente del motociclismo. Había debutado en Moto2 con tan solo 17 años, convocado por el equipo de Sito Pons para reemplazar al lesionado Jorge Navarro. Sumó sus primeros puntos mundialistas en Valencia y eso le abrió las puertas para correr en Fantic durante 2023. Si bien la temporada fue irregular y marcada por caídas, Gómez no se rindió. Este año había regresado con fuerza al campeonato europeo, liderándolo con autoridad tras un triunfo en Jerez y un segundo puesto en Estoril.
Sus últimos meses habían sido de superación: en abril sufrió una grave fractura en Misano al ser arrollado en el brazo por otra moto. Pensó que era el final, pero dos meses después volvió al ruedo. Su objetivo era claro: recuperar confianza, demostrar su valía y volver a la élite. Este jueves, ese camino de redención quedó trágicamente interrumpido.
La comunidad del motociclismo, especialmente la murciana, expresó su consternación. “Siempre fuiste un gran compañero y amigo. Vuela alto, Borja”, publicó Fermín Aldeguer, piloto de Ducati Gresini. Pedro Acosta, estrella de KTM, también se sumó al luto: “Sigue volando alto, amigo. Mucha fuerza a todos sus seres queridos”.
El 3 de julio de 2025 quedará marcado como una de las fechas más tristes para el deporte internacional. La muerte de Diogo Jota conmovió al fútbol; la de Borja Gómez, al motociclismo. Ambas comparten un denominador común: talento desbordante, futuro promisorio y un final tan inesperado como injusto.