En un partido vibrante, Lionel Messi volvió a ser figura para Inter Miami, que logró una gran remontada de la mano del crack argentino frente a Los Ángeles FC para clasificar a las semifinales de la Concachampions. El momento más emotivo de una noche llena de condimentos ocurrió después de uno de sus goles, cuando la Pulga celebró el tanto del 3-1 abrazado a sus hijos Thiago, Ciro y Mateo.
Las Garzas llegaban al partido de vuelta con la serie en contra por la derrota 1-0 en Los Ángeles. Y la historia comenzó torcida por el 1-0 de LAFC que obligaba a los dirigidos por Javier Mascherano a anotar al menos tres goles para avanzar por la regla del gol de visitante. Sin embargo, Messi, replicando una nueva gran noche de las tantas que tuvo en su carrera, se cargó el equipo al hombro: marcó el empate, intervino en la jugada del 2-1 y decretó el 3-1 de penal para que Inter Miami avance a semis de la CONCACAF Champions Cup por primera vez en su historia.
El festejo de Messi con sus hijos
Tras marcar el penal que puso el 3-1 definitivo en el marcador, el rosarino corrió hacia la tribuna donde se encontraban su esposa Antonela Roccuzzo y sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro. En las imágenes se vio cómo el jugador no solo saludaba al público, sino que chocó las manos con los niños presentes, incluido Benjamín Suárez, hijo de su amigo, el uruguayo Luis Suárez, antes de fundirse en un emotivo abrazo con sus hijos en una celebración que luego recorrería el mundo.