El Milan hizo los deberes, no dejó dudas y cerró el año en lo más alto de la Serie A. En San Siro, el Rossonero fue contundente y superó 3 a 0 a Hellas Verona para recuperar, al menos de manera momentánea, la punta del torneo italiano.
El equipo local asumió el protagonismo desde el inicio y dominó el desarrollo del partido, aunque la diferencia en el marcador recién llegó sobre el cierre de la primera mitad. Tras un tiro de esquina desde la derecha, Adrien Rabiot se impuso en el juego aéreo y Christian Pulisic apareció en el área chica para empujar la pelota y romper el cero.
En el complemento, Milan terminó de liquidar la historia. Primero, Christopher Nkunku convirtió con precisión un penal para estirar la ventaja y, minutos más tarde, el propio delantero francés volvió a decir presente para sellar el 3 a 0 definitivo, aprovechando un rebote tras un remate de Luka Modric que dio en el palo.
La victoria no solo reafirmó el buen momento del conjunto milanés, sino que también dejó a Hellas Verona comprometido en la lucha por la permanencia. Milan, firme y sin sobresaltos, mira a todos desde arriba mientras aguarda el resultado de su clásico rival.
En paralelo, Napoli cerró un año soñado al consagrarse campeón de la Supercopa tras vencer 2 a 0 a Cremonese. El equipo napolitano encaminó rápido el triunfo con un doblete de Rasmus Hojlund, ambos tras centros precisos de Matteo Politano, y celebró otro título que ratifica su gran presente.