EDITORIAL

Las hojas de mayo

El debate en la provincia acerca de la justicia está bastante por debajo de los niveles de tensión que se pueden apreciar en el escenario nacional; la convivencia entre la política y la justicia en Neuquén es buena y también supo pasar por sus sofocones, la era Sapag metió en el freezer los temas más urticantes y construyó una relación de convivencia que en la gestión Sobisch no existió. De cualquier modo no hay que descartar que antes de junio algunos miembros de la cabeza del Poder judicial decidan marcharse.
sábado, 9 de mayo de 2015 · 19:48
Mayo parece ser el mes que resume una parte importante de la idiosincrasia argentina. Mes de los Trabajadores, de la Patria y del Ejército. Un mes donde las conspiraciones han hecho la historia. En este mismo mes donde alguna vez Héctor J. Campora devolvió al peronismo al poder que le había sido arrebatado 18 años antes. Un mes que evoca la historia y enlaza la trama política y social de la argentina, quizá por eso sea mayo  uno de esos meses nostalgiosos impregnados del recuerdo peligroso de las acechanzas políticas, viene desde el principio de la historia, se nutre de ella y es bueno recordarlo. Por estas horas se puede escuchar la rogatoria de cientos de medios cercanos al gobierno hablando de la tremenda irregularidad de de que Carlos Fayt permanezca integrando la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Parece que se va a caer el mundo si esto no se da. 
El ministro de la Corte tiene 97 años, los suficientes como para acogerse a la jubilación, de hecho hace 22 años que podría haberse acogido a ese beneficio, la polémica desatada comenzó hace pocas semanas. El proyecto kirchnerista llegó al poder hace ya 12 años. Se cumplirán el próximo 25 de mayo cuando se cumpla un nuevo aniversario de la asunción de Néstor Carlos Kirchner a la primera presidencia de la era K. hace 12 años Carlos Fayt estaba ya sobrado en años para su jubilación. ¿Cuáles fueron los motivos por los qué el gobierno nunca buscó apurar su salida? ¿Cuáles son las urgencias que motivan semejante jaleo periodístico? Tendrán  que ver seguramente con la necesaria normalización de ese poder tras la muerte, renuncia y ausencia de algunos de sus miembros. Pero más tiene que ver con la necesidad de asegurar una composición que asegure al poder que se marcha una tranquilidad que los años de gestión y administración no le garantizan.
La democratización de la justicia ha sido uno de los temas de agenda del gobierno nacional. La finalidad invocada no deja lugar a dudas acerca de los beneficios, se trata de cortar uno de los circuitos de alimentación entre los grupos de poder y un sector fundamental para el funcionamiento en equilibrio del Estado de Derecho, como lo es el Poder Judicial de la Nación. La pertenencia de clase -según se invoca- en la composición de su planta promueve una integración y un comportamiento oligárquico. A eso apunta la mentada democratización desde la óptica ideológica del gobierno nacional. Mientras que desde otros sectores políticos se habla de la búsqueda de subordinación de ese poder del Estado a los designios del gobierno actual. Los tiempos son muy escasos para lograr los resultados que se buscan. Y también los tiempos de la justicia son absolutamente diferentes a los tiempos de la política. El comportamiento de los estamentos judiciales se aparea con los tiempos de los factores de poder permanente de la sociedad, de ahí que esta batalla no sea resuelta dentro los límites del mandato de Cristina Fernández de Kirchner. Y el gobierno sabe que deja una importante brecha en caso de no a dejar alguien de su color político en la Casa Rosada.
El debate en la provincia acerca de la justicia está bastante por debajo de los niveles de tensión que se pueden apreciar en el escenario nacional; la convivencia entre la política y la justicia en Neuquén es buena y también supo pasar por sus sofocones, la era Sapag metió en el freezer los temas más urticantes y construyó una relación de convivencia que en la gestión Sobisch no existió. De cualquier modo no hay que descartar que antes de junio algunos miembros de la cabeza del Poder judicial decidan marcharse. Las versiones son cada vez más profusas y se estima que una renovación del TSJ neuquino sería el corolario de las renovaciones que se propuso Jorge Sapag antes de su partida el 10 de diciembre próximo.
Uno de los temas que habrá que seguir de cerca será la renovación del gabinete provincial. Ya es público que el gobernador Sapag quiere elegir un equipo de gobierno que lo acompañe y contribuya a la transición política que deberá compartir con su ministro de Economía y además presidente del partido, Omar Gutiérrez.
Lo que hay que conocer es sí el equipo que se designe será una decisión consensuada con Omar Gutiérrez o será una decisión exclusiva de Jorge Sapag. En principio y de acuerdo a las características personales del mandatario da para pensar que será una cuestión consensuada y de ser así el principal interrogantes es sí los nombres de los nuevos colaboradores serán del equipo del gobernador electo o serán nombres que tengan que ver más con un perfil técnico que político, una especie de tecnocracia que ayude a la transición entre uno y otro estilo de administración del Estado.

 

M.E.G.



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