EDITORIAL

La política está como el clima

Las acciones del gremio estatal ATE días pasados al intentar tomar la Casa de Gobierno y las declaraciones de su Secretario General Carlos Quintriqueo son una muestra palmaria del cambio de relaciones entre el gobierno del MPN y algunas organizaciones de trabajadores.
domingo, 10 de enero de 2016 · 13:55
El mes de enero que siempre ha representado una pausa en la actividad política, una especie de receso de acuerdo a lo que suele significar la actividad del Estado, en este caso con los cambios de gobierno ha sido una excepción. De hecho la ciudadanía sigue por los medios la extraordinaria fuga de tres presos que cumplían condena por el asesinato de tres empresarios vinculados al tráfico de efedrina. La trama implica a muchos sectores de la vida institucional; de esta manera la derivación que tenga la persecución por parte de las fuerzas de seguridad del Estado abrirá nuevos caminos en la investigación de los vínculos del narcotráfico y su implicancia con los estamentos del Estado. Es un desafío para el nuevo gobierno y también una oportunidad para investigar hasta donde ha calado el narcotráfico en la Argentina. Este tema si se politiza y solo busca implicar al gobierno que se fue o a algunos de sus funcionarios se convertirá en una oportunidad perdida para comenzar a replantearse la lucha contra un flagelo que ha sido bandera y propuesta electoral del gobierno. 
La persecución de los prófugos ha sido tomado por algunos medios como si fuera una telenovela y el papelón de la detención del delincuente Martin Lanata, en su manejo informativo le ha ocasionado un nuevo golpe de crédito al nuevo gobierno del presidente Mauricio Macri. Sin duda que hacerse cargo del Estado después de tantos años de dominación por parte del peronismo implica una tarea cuanto menos compleja y duradera. Sin embargo en estos días todo parece acelerarse y la exigua mayoría del gobierno actual tiene enfrente una potente oposición que salta sobre sus debilidades y errores. Que han sido muchos en estos escasos días.
A sangre fría
La espectacularidad de la fuga de los presos del penal de máxima seguridad General Alvear y su proceder sanguinario remite a este cronista a la famosa novela de Truman capote "A sangre fría”, un relato estremecedor acerca de un crimen en la profundidad del mundo rural de EE.UU y que cambió el sentido del periodismo de investigación a mediados del siglo XX. En este caso la historia real está acompañada por los avances tecnológicos y la influencia de los medios de comunicación. El abordaje de los medios reemplaza a la política, subsumida por la fuerza de los hechos y la falta de contundencia por los organismos del Estado. El papelón de la información brindada  por los responsables de áreas claves es una muestra de lo que está pasando. Confundir el número de detenidos es algo al menos reprobable para quienes tienen la responsabilidad de dirigir áreas tan sensibles de gobierno.
Las ironías lanzadas por el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández en las redes sociales contribuyen al deterioro de la credibilidad del nuevo gobierno. En un desafiante tuit el político bonaerense indicó que "un bache” dio por finalizada la fuga del prófugo  Martín Lanata. En pocos días, menos de un mes, los errores del gobierno marcan un incipiente deterioro de la credibilidad de su capacidad en el manejo del Estado.
La ruptura
Las acciones del gremio estatal ATE días pasados al intentar tomar la Casa de Gobierno y las declaraciones de su Secretario General Carlos Quintriqueo son una muestra palmaria del cambio de relaciones entre el gobierno del MPN y algunas organizaciones de trabajadores. El caso al que hacemos referencia tiene connotaciones que llevan a pensar que este gremio quiere marcarle al nuevo gobierno cuales son las condiciones en las que están dispuestos a acompañar la nueva gestión. Tras una gestión donde se priorizó la idea de la paz social comienza una nueva que tiene la impronta de quien encabeza el ejecutivo. A partir de esta nueva realidad los dirigentes de ATE tomaron la decisión del gobierno de no renovar el contrato de dos delegados como una acción en contra de la actividad sindical. Sin atender los antecedentes de la relación que vienen manteniendo con el gobierno. Los hechos que protagonizaron con la toma de la Casa de Gobierno son al menos condenables y repudiables desde todo punto de vista. La acción protagonizada por ATE es como mínimo equiparable a una acción sediciosa y que carece de justificación alguna. Fue un acto mafioso, coactivo e injustificado que pone en evidencia las intenciones de condicionar al nuevo gobierno en la relación que se inicia con la nueva administración.
Todos los gestos que el nuevo gobierno ha enviado a la sociedad, como la reforma política y la decisión de trabajar junto a los intendentes con el compromiso de debatir una nueva ley de coparticipación se dan de bruces con la actitud del gremio que encabeza Quintriqueo. Del gobierno depende como seguirá la relación con ATE. Se viven otros tiempos, no queda lugar para el patoterismo ni para la extorsión, son tiempos de transición. Una nueva gestión, un nuevo estilo se ocupa del Estado neuquino. Dos leyes marcan los primeros rumbos, la reforma política y la ley de coparticipación. Habrá quienes se adapten y quienes la resistan. Por ahora lapolítica neuquina se comporta como el clima con la influencia del niño, un día sol, otro nubes.
M.E.G. 


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