RÍO NEGRO

La ingratitud: paliza prevista y la soledad del candidato

El candidato de Juntos Somos Río Negro perdió de manera contundente en Roca, un resultado previsible ante la inacción del gobierno provincial.
domingo, 19 de marzo de 2023 · 00:00

Dicen que la política es ingrata. Aunque más ingratos son aquellos que durante la campaña palmean la espalda del candidato y luego, con los resultados aplastantes del recuento, lo dejaron sólo. Durante años Juntos Somos Río Negro intentó hacer pie en Roca, un municipio que se convirtió en el reinado de la familia Soria, pero claramente no logra convencer a nadie, por un lado las falencias del estado provincial en la ciudad se notan mucho y por otro las grandes figuras con cargos importantes que aseguran tener un caudal de votos que luego queda en evidencia que son un absoluto fiasco.

Desde el sector cercano a Alberto Weretilneck, hacedor a su antojo de la estrategia electoral en cada lugar (siempre), sabían lo que iba a suceder en Roca el pasado domingo. Los números indicaban una paliza. Sin embargo insistieron en un diagrama con seis colectoras con el reasumido ministro de Producción, Carlos Banacloy, como candidato a intendente. El domingo pasado el actual senador y candidato a gobernador estuvo temprano en Cervantes y reconoció a unos pocos que el resultado iba a ser muy malo. Luego se fue a la Visera, donde estuvo con el candidato en Cipolletti, Rodrigo Buteler, sin pasar por Roca, donde su partido intentaba poder limarle algo de poder a los Soria.

El triunfo de María Emilia fue contundente, casi un 60% contra un mísero 10% de la lista de JSRN y apenas poco más del 20% si sumaban las colectoras. En el Deliberante la cosa fue más triste para el oficialismo provincial, porque de ocho bancas sólo consiguió una. El golpe fue más duro porque en la actualidad tiene tres concejales y desde diciembre tendrá sólo una, Belén Bavastri, contra los otros siete que responderán a los Soria.

Banacloy enfrentó rápido a los medios. Prefirió no estirar la agonía. Los resultados de las escuelas fueron contundentes, la derrota fue en toda la ciudad, no hubo diferencias entre el centro, los barrios y la zona rural. Junto con el candidato estaba el concejal Gustavo Maida, quien estaba segundo en la lista con la ilusión de ser reelecto, pero el rechazo a Juntos no lo permitió

La política es ingrata, porque Banacloy fue el único de las grandes figuras de Juntos que desde el primer momento dijo que aceptaba el desafío de ser el candidato a intendente. Y Maida estuvo en soledad y puso la cara durante cuatro años cuando las escuelas se caían, los barrios no tenían agua o la narcocriminalidad se apoderaba del sector norte de Roca sin que la Comisaría 21° tenga un patrullero en condiciones o el prometido destacamento de barrio Nuevo (edificio cedido por el municipio) siga siendo una promesa.

Juntos debe hacer un profundo replanteo. Las figuras que se jactan de contar votos propios en Roca estuvieron ausentes. No sólo cuando Banacloy salió a reconocer la derrota y el diputado Nacional Luis Di Giacomo estaba escondido en la oficina del local partidario donde pasó toda la tarde sin que le pudieran ver la cara. Tampoco estuvo el vicegobernador Alejandro Palmieri, el mismo que debía ser el candidato natural, pero coqueteó hasta último minuto para luego dar la misma respuesta de siempre, que no podía ser, especulando con un lugar en el Ejecutivo con la vuelta de Weretilneck y mantener su comodidad de vivir en Viedma con todos los gastos pagos desde 2011. 

Otros dos que fueron ministros hasta hace pocos días, el caso de Fabián Zgaib (Salud) y Natalia Reynoso (Desarrollos Social), se mostraron muy poco. Y si en la campaña no influenciaron demasiado, tampoco salieron a hacerse cargo de los resultados. Ambos con la comodidad de integrar la lista de diputados en las elecciones provinciales del 16 de abril, y de tener casi asegurada una banca en la próxima legislatura.

Weretilneck sabía del resultado. Justificó la paliza con datos certeros pero con una visión sesgada de lo sucedido, comparó este resultado con los 56% puntos que la menor de los Soria logró hace cuatro años. Es cierto eso, pero no dijo nada de que en ese periodo Juntos perdió votos, porque el candidato anterior Andrés Barresi había logrado el 31%.

Desde el núcleo del cipoleño aseguran que el resultado no lo incomodó. Confían en que la elección de abril será absolutamente distinta. Dos razones, Weretilneck tracciona en toda la provincia y los Soria no suman votos para nadie que no sea de su misma familia, entonces trasladar el resultado a Silvia Horne será casi una utopía.

Por otro lado confían en secreto una estrategia confusa pero que no pierde lógica. Entre los pocos rivales políticos que tiene Weretilneck, cualquiera de los hermanos Soria lo hacen sentir cómodo. La explicación de alguien del riñón: "Los Soria sólo tienen respaldo electoral en Roca, además su enemistad manifiesta con otros dirigentes de la provincia les impide construir alianzas o pactos electorales que sirvan para ganar la territorialidad necesaria para ganar la gobernación". 

También el golpe en las urnas le sirve para depurar el partido de figuras que no suman demasiado más que de nombre. Es que a partir de ahora, en caso de resultar ganador, cuando deba armar su gabinete, los que aseguran tener respaldo en Roca, la segunda ciudad en cantidad de electores en la provincia, no tendrán argumentos para ser tenidos en cuenta.

Mientras, el pasado jueves comenzó oficialmente la campaña electoral, con una fuerte presencia de los candidatos en Bariloche, un terreno en el que todos se quieren hacer fuertes. Weretilneck estuvo acompañado del diputado nacional Agustín Domingo, hizo referencia a los puntos flojos del oficialismo como Seguridad y hasta se mostró con la gobernadora Arabela Carreras después de varios meses de no tener diálogo. Habló de la intendencia (Domingo es su candidato y Carreras quiere ser) y aseguró que llegado el momento habrá definiciones, pero primero está la elección de abril.

Tortoriello también está muy presente en esa ciudad, muestra la gestión de Horacio Rodríguez Larreta en la ciudad de Buenos Aires e intenta trasladarlo a Río Negro, algo tan raro como imposible de llevar a la práctica. Además, el cipoleño del Pro le tira centros a los Soria, en una clara intención de intentar sumar algún voto de los que la familia deje sueltos en Roca el próximo 16 de abril.

El mismo día que comenzó la campaña, el presidente Alberto Fernández recibió a María Emilia Soria, dejó en claro que la interna del PJ nacional también está presente en Río Negro. Los Soria están con Fernández y el camporista Martín Doñate con la vicepresidenta Cristina Fernández, quien avaló la alianza de ese sector del peronismo rionegrino con Weretilneck como colectora.

En tanto, y con el almanaque en cuenta regresiva para la elección provincial, Carreras debió cambiar su estrategia salarial y en una nueva paritaria dejó de lado el 87% anual que los gremios rechazaron y planteó un esquema semestral, que a agosto tendrá un impacto del 48,94%. La suba es sustancial, porque el magro 5,5% ofrecido para febrero ahora la escala contempla un 6% en febrero, un 7% en marzo, un 5,7% en abril, un 5,5% en mayo y repetirá el 5,6% en junio, en julio y en agosto, con promesa de revisión trimestral.

El gobierno necesita arreglar los sueldos de los estatales ante una inflación que dilapida cualquier tipo de oferta. La paz social que debe garantizar Carreras previo a las elecciones será un punto a analizar cuando Weretilneck suba o baje el pulgar en relación a su candidatura en Bariloche.

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