RÍO NEGRO

En política nadie es ingenuo y todo tiene su por qué

Carreras no logra o no quiere solucionar los conflictos con los docentes y los policías y en la oposición una foto de Tortoriello y Soria mostró la desesperación.
sábado, 8 de abril de 2023 · 12:15

En política "nadie mea agua bendita". Los valores morales están bastante lejos de los utilizados por nuestros dirigentes y más en épocas de campaña, donde una imagen o una declaración debe ser analizada desde todos los puntos posibles para detectar las verdaderas intenciones. Así fue como esta semana sorprendió una foto entre la intendenta de Roca María Emilia Soria con el cipoleño y líder del PRO, Aníbal Tortoriello, lo que a las claras demostró que sólo el agua y el aceite son imposibles de juntar. También cabe el estudio de las acciones de la gobernadora Arabela Carreras que enfrenta conflictos con UnTER y la Policía, y que en las dobles lecturas, queda claro que los mantiene como moneda de cambio para lograr su cometido dentro de su conflictiva y nula relación con el candidato de su propio partido, Alberto Weretilneck.

Quién puede decir que las personas nombradas en el párrafo anterior son ingenuas y tienen una improvisada gestión política que desencadena en actos que no aparentan ser lo que realmente son. Es cierto que la foto de la menor de la familia Soria con Tortoriello (candidato de Cambia Río Negro) se difundió rápidamente por todos lados. Medios amigos del poder y la pauta provincial repicaron la imagen y hasta se animaron a anunciar una posible alianza. Pero no por eso lo pueden acusar a Weretilneck de iniciar una campaña mediática contra sus principales opositores, no porque no pueda sino porque ellos se juntaron solos.

Soria debió salir a aclarar que sólo se trató de una reunión institucional en la que el candidato a gobernador intentó conocer cuáles eran las necesidades de Roca. Es raro creer que el empresario del transporte deba conocer de boca de la máxima autoridad local cuáles son las falencias del estado provincial en la ciudad que tiene a la misma familia en el poder desde 2003. Tortoriello tiene un equipo de campaña y varias de esas personas, como el legislador Juan Martín o el líder del ARI, Javier Acevedo, son de Roca y no participaron de la reunión en el despacho del primer piso de la municipalidad, donde se puede ver el cuadro de Carlos Soria detrás.

Lo cierto es que los guiños entre ambos opositores no son nuevos. Tortoriello tuvo palabras de elogio tras el triunfo de Soria en las elecciones municipales con casi el 60% de los votos. La foto estuvo planeada. Y el efecto también. La familia Soria le impuso a su gestión un estilo similar al de los caudillos del norte, y en eso de la poca participación, encuentran un punto de acuerdo con el dirigente cipoleño del PRO.

Seguramente algún voto más, del sector más ortodoxo de la sociedad roquense se irá hacia Tortoriello. Aunque Soria debió aclarar que su apoyo es hacia la candidata Silvia Horne ("Vamos con Todos", el sector que también tiene la venia del presidente Alberto Fernández). Y ambas calificaron la difusión de la foto como un acto de nerviosismo de Weretilneck. Esta última parte suena a discurso y no a reallidad si se mirán las mediciones que tiene al ex gobernador con más del 50% de la intención de voto y a la ex montonera con apenas unos puntos por encima del 5%.

También hay dobles lecturas en los conflictos que mantienen los docentes y la Policía con el gobierno provincial. La paz social que toda gestión aspira para ganar las elecciones no existe en Río Negro. Es raro que después de cinco ofertas salariales, no haya acuerdo salarial con UnTER. Tampoco es entendible cómo creció un movimiento policial que tiene como referente a un ex sargento cesanteado por acumulación de sanciones de disciplina.

Entonces, suena poco creíble que Carreras tenga una real intención por terminar con estos frentes abiertos. El de los maestros lo inició ella en octubre y se podría prever. ¿Puede haber faltado lectura política? Dentro del propio partido y desde el riñón de Weretilneck no creen en la ingenuidad de la gobernadora, que incluso redobla la apuesta permanentemente con declaraciones fuera de lugar. ¿A quién perjudica el conflicto, además de los 22 mil pibes que no pueden ir a las escuelas?, se preguntan.

Lo mismo pasa con la Policía, es cierto que Rubén Muñóz, el líder del Consejo de Bienestar Policial es sorista, no lo oculta. Pero la gobernadora no hace nada para resolver las demandas planteadas en cuanto a sueldos dignos y buenas condiciones laborales. La mandataria se escuda detrás de su amiga la ministra Betiana Minor y el jefe Osvaldo Tellería, que demostró no tener voz de mando en una fuerza que se caracteriza por el verticalismo. Y para colmo, los ofrecimientos son escasos, 40 mil pesos por única vez para la compra de uniformes (también se los otorgaron al resto de los estatales) y la compra de sólo 6 autos para incorporar a la fuerza, cuando el 90% de los móviles están destruidos.

Nada indica que la semana previa a la contienda electoral algo de esto cambie. Al contrario UnTER deberá definir en un Congreso nuevas medidas de fuerza y las principales comisarías de la provincia tienen campamentos en las puertas con la presencia de retirados que pretenden el pago del 40% de zona austral.

Además, también esta semana Carreras apuntó contra el Plan Castello, ideado por Weretilneck en su gobierno, que recibió los 300 millones de dólares y desde el año próximo deberá empezar a pagar el capital con desembolsos de casi 92 millones de dólares en 2024. La mandataria aseguró que "no se puede pagar" y fue mucho más crítica:  "La Provincia no estuvo en condiciones antes, ni lo está ahora, menos en este contexto macroeconómico".

Además volvió a insistir en su candidatura a intendenta de Bariloche que Weretilneck no quiere: "Soy fundadora y conductora de JSRN. No entra en mi cabeza que la fuerza a la que pertenezco y que he honrado estos años como gobernadora me quite la posibilidad de ir en alguna candidatura, suponiendo que sea la de Bariloche, que es mi ciudad".

Con este panorama, a sólo 7 días para las elecciones provinciales, esta semana se realizarán dos debates, uno el martes en la sede Roca de la Universidad del Comahue, en la que Weretilneck confió que no participará. No quiere ser abordado por sorpresa como sucedió en un acto en Cinco Saltos. Pero si dirá presente en Bariloche. 

Las fichas están sobre la mesa. Los albertistas están confiados de los dichos de los consultores: "la gente no relaciona al candidato con el gobierno" y luego recuerdan que en 2015, cuando fue electo gobernador, Weretilneck fue a las urnas con piquetes de los productores que mantenían cortado el puente Cipolletti-Neuquén y ganó por 52,80% de los votos, el mayor porcentaje obtenido por un candidato en la historia electoral rionegrina.

 

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