RÍO NEGRO

La rosca dejó a la seguridad en segundo plano

La interna del partido de gobierno es el único tema importante en el gobierno.
sábado, 27 de mayo de 2023 · 10:58

La interna de Juntos Somos Río Negro se adueñó del gobierno. Es lo que realmente acapara toda la atención dentro del oficialismo que se olvidó de gobernar. La mala relación entre la actual mandataria Arabela Carreras y quien la reemplazará a partir del 10 de diciembre, Alberto Weretilneck, se respira en cada área. Los propios de ella son muy pocos y los que responden al cipoleño muestran permanentemente de qué lado de la grieta están, como para ratificar su posición y ser tenidos en cuenta en el próximo gabinete.

El resultado de las elecciones provinciales abrió un frente feroz entre Weretilneck y Carreras, a la que culpa de perder varios puntos por no querer arreglar con los docentes y los policías. La fuga de votos hacia el sector de Aníbal Tortoriello la va a sentir el nuevo gobernador en el funcionamiento de la Legislatura.

La gobernadora quiere ser candidata a intendenta de Bariloche. Y el senador no quiere. Pretende hacerle pagar su mal comportamiento corporativo por no buscar la paz social para que el triunfo de Juntos Somos Río Negro sea más amplio. Su estrategia es someterla a Carreras a una interna cerrada dentro de Juntos Somos Río Negro y así a través del aparato definir el candidato en la ciudad más grande de la provincia. La mandataria aclaró que será candidata, que no se someterá a una interna y que no se irá a su casa. 

Esta pelea entretiene a todos dentro de Juntos. Ella y su gabinete se olvidaron de gobernar. Río Negro está muy lejos de ser una provincia en la que todo funciona a la perfección. Es más, la debilidad de sus arcas hace que las falencias se noten cada vez más. Entonces las necesidades en los hospitales y educación son habituales. También justifica la inseguridad de la que se quejan los vecinos de todas las ciudades y en particular en el Alto Valle, donde los robos y asaltos toman otra dimensión.

La semana arrancó con el crimen de un pibe de 18 años en Regina. El delincuente vestido de policía, huyó en moto con el celular de la víctima. Nada se sabe del caso y no hay detenidos. Los comerciantes y distintas organizaciones volvieron a reclamar en el Deliberante, piden la reactivación del Consejo de Seguridad. El Jefe de Policía, Osvaldo Tellería, llegó a la ciudad dos días después, cuando los ánimos ya estaba un poco más tranquilos y como es costumbre sólo hizo promesas.

Nada dijo de la falta de patrulleros y de personal. Sólo se comprometió a gestional la presencia de Policía Federal y de Gendarmería para que puedan intervenir en delitos especiales, sobre todo para controlar el narcotráfico. Muy poco para la demanda de seguridad que tiene la comunidad.

En Cipolletti, los vecinos se organizan como pueden. Saben que no pueden contar con la Policía. La pobreza de la fuerza es extrema, al punto que en la Comisaría 45° del siempre complejo Anaí Mapu, hace seis meses que no tiene patrullero y tienen cinco policías por guardia, de los cuales dos deben quedar dentro de la unidad, algún otro debe cubrir un puesto fijo ordenado por la Justicia y con suerte quedan dos para realizar prevención, siempre caminando. La 24° no tiene patrullero, la 32° sólo 1 y en la 4° a veces funcionan dos. Muy poco para una ciudad de más de 100 mil habitantes.

En la ciudad es muy caro vivir, entonces el 85% de los empleados de la fuerza destinados a Cipolletti viven en otras localidades, con los problemas que significa el traslado hacia sus lugares de trabajo. La mayoría se mueve en moto o a dedo desde distintas ciudades. Las llegadas tarde y el ausentismo es un gran problema. 

Esta falencia la ven los delincuentes, quienes aprovechan las debilidades para dar golpes estudiados, con la tranquilidad de que con suerte un patrullero pasa una vez al día por determinados barrios. Los vecinos cansados, le presentaron una nota al intendente Claudio Di Tella, para que intervenga y pida mayores recursos para las comisarias de la ciudad.

En Roca, la situación es similar. La falta de moviles es permanente. Pero tampoco Tellería se refirió a esta necesidad que refleja la falta de inversión. Como respuesta, volvió a poner fecha de inauguración al destacamento de barrio Nuevo, prometido hace más de dos años y que ahora parece que se habilitará en junio. Nada dijo de dónde sacarán personal para ese edificio.

Allen, sufre la misma problemática que sus vecinas. Su cercanía con Cipolletti y el permanente ir y venir de personas desde Neuquén, hacen que sea un blanco muy débil y atractivo para los delincuentes. Fuentes policiales reconocen off the records que la provincia vecina refuerza la seguridad con muchos policías en la calle, entonces los malvivientes buscan opciones más fáciles, por eso pasan del otro lado del puente.

Hace unos meses, en plena campaña a gobernador, el politizado Consejo de Bienestar Policial hizo público un relevamiento de la situación en la que los policías trabajan en toda la provincia. Más del 80% de los patrulleros estaban fuera de servicio y los que andan, sólo lo hacen por la arriesgada decisión de los uniformados, que desafían al destino al subirse en móviles con problemas de dirección, suspensión y frenos, sin cubiertas acordes y hasta sin vidrios en algunos casos. 

La respuesta de la ministra de Seguridad Betiana Minor  (una de las pocas que responde fielmente a su mentora la gobernadora Carreras) fue anunciar el pago de 40 mil pesos por única vez para que el personal se compre el uniforme, y con respecto a la falta de mantenimiento de los patrulleros, prometió ampliar el monto fijo para reparaciones a 500 mil pesos por Unidad Regional. Una suma irrisoria, ya que con eso sólo se podría comprar cubiertas para una camioneta. Claramente no alcanza.

Sin ponerse colorada, anunció la compra de seis vehículos 0 kilómetro que serán destinados a las Delegaciones de Toxicomanía de Viedma, General Roca, Cipolletti y Bariloche y para las Brigadas de Investigaciones, por un valor de $32.500.000. Una aspirina para un enfermo terminal.

La política de seguridad no es prioritaria. Eso está claro desde el momento en que la gobernadora mantiene a Minor y Tellería al frente de la cartera y la fuerza. Ambos quedaron expuestos y sin autoridad puertas adentro desde la muerte de Gabriel Mandagaray en una capacitación en Bahía Creek, sin ningún tipo de control por parte de las autoridades. 

Esta misma conducción de la fuerza, es la que resuelve discriminar a las mujeres y no les asiganan adicionales para cubrir las guardias en los casinos. Una medida que disminuye notablemente el sueldo de las empleadas de la Policía.

Todo esto no afecta a Carreras en su deseo personal de mantener poder e ingresos después de 10 de diciembre. En la semana, la gobernadora decidió dejar Bariloche y volver esporádicamente a Viedma, donde anunció la ampliación de la cárcel de Roca, con la construcción de 14 nuevas celdas con disponibilidad de 108 plazas.

La provincia está en piloto automático, la rosca se apoderó de todo y hasta el 3 de septiembre, cuando se elija el nuevo intendente o intendenta de Bariloche, parece que no habrá otro tema más importante. Mientras, los rionegrinos no tienen más opciones que esperar que sus representantes se acuerden de quienes les dieron los votos para llegar al lugar donde están.

 

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