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Miércoles 30 de Abril, Neuquén, Argentina
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Exjugador de Newell’s y la selección confesó cómo lo estafaron: “Me dejó sin nada”

Por Redacción

Miércoles, 30 de abril de 2025 a las 10:26
El sufrimiento del ex futbolista

Julio Zamora, símbolo de una época gloriosa en Newell’s y ex jugador de la Selección Argentina, atraviesa un momento difícil, tanto en lo físico como en lo económico. En una entrevista televisiva, el “Negro” reveló la dura situación que le tocó vivir tras haber sido víctima de una estafa por parte de alguien en quien confiaba plenamente: su propio representante. “Esa persona me dejó sin nada”, expresó con dolor.

La vida de Julio Zamora cambió drásticamente hace cinco años, cuando sufrió dos infartos cerebrales mientras dirigía en Bolivia, en el club Real Potosí. El incidente lo dejó al borde de la muerte y sin poder caminar durante dos años. Según relató, el club donde trabajaba no se hizo responsable de los costos médicos, que ascendieron a una cifra millonaria en pesos argentinos.

“Fue una etapa muy dura. Perdí mi salud y también lo poco que tenía. El club me abandonó y mi representante, en quien confié toda mi carrera, me quitó lo que me pertenecía”, confesó. A pesar del abandono de algunos, Julio Zamora también encontró gestos de solidaridad inesperados que lo ayudaron a seguir adelante.

Entre quienes lo ayudaron, el Negro destacó al presidente del Cruz Azul, equipo mexicano en el que dejó una gran huella, y a los dirigentes del Wilstermann, de Bolivia. “Gracias a ellos sigo vivo”, afirmó. También mencionó a Ignacio Astore, presidente de Newell’s, quien le tendió una mano en más de una ocasión: “Cuando le pido ayuda, me escucha”.

Su vínculo con los hinchas también dejó huellas profundas. Uno de los casos más llamativos es el de un fanático de Cruz Azul, dueño de una fábrica de lácteos, que lo asiste periódicamente y lo llama para saber cómo se encuentra. “Ese tipo de cosas no se olvidan”, dijo con emoción.

A nivel económico, Julio Zamora admite que la está peleando día a día. Vendió su auto, su casa, y hoy se sostiene con la ayuda de su esposa, que trabaja en repostería. “No pido caridad, solo quiero volver a trabajar en lo que amo”, sostuvo, con la esperanza de reinsertarse en el fútbol.

Tan fuerte es el respeto que supo ganarse, que incluso la hinchada rival le reconoce su grandeza. Fue el único exjugador de Newell’s presente en el Gigante de Arroyito el día del fallecimiento de su amigo Omar Palma, ídolo de Rosario Central. Ese gesto lo retrata de cuerpo entero.

Julio Zamora no baja los brazos. Con 59 años, sigue presentando proyectos para volver a estar activo en el fútbol. “Después de mi familia, lo más importante para mí son Newell’s y Cruz Azul”, concluyó.

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