El plan de paz chino incomoda a Occidente

China conmemoró el primer aniversario de la guerra en Ucrania con una jugada que busca ser de alto impacto. Presentó una propuesta de 12 puntos para alcanzar la paz entre Ucrania y Rusia, y así terminar con el conflicto que lejos parece estar de aplacarse. La base de esta iniciativa presentada por China radica en dos puntos, fundamentalmente. El primero, es el reconocimiento de la integridad territorial de los países, argumento favorable a Ucrania. El segundo, la garantía de la seguridad rusa, argumento favorable al Kremlin. China cree que, con estos dos pilares, hay margen para negociar la paz.

¿Cuáles son los puntos salientes de la propuesta china? ¿Qué busca Xi Jinping con esta jugada? ¿Cuáles serían las consecuencias de un eventual éxito de la estrategia china? A continuación, repasamos algunas cuestiones para dar respuesta a estos interrogantes.

El primer punto saliente de la propuesta es el pedido al respeto de la soberanía de los países y a su integridad territorial, según lo establece la Carta de las Naciones Unidas. Este es el punto más favorable a los intereses ucranianos. China propone que Ucrania siga siendo Ucrania, en su territorio reconocido.

Este es el argumento más lógico que esbozan los chinos. China exige el mismo reconocimiento a su integridad territorial en su disputa con Taiwán. Para China, solo hay una China que incluye a Taiwán. Jamás China podría ir en contra de la integridad territorial de Ucrania porque eso implicaría socavar su reclamo sobre Taiwán. Sin embargo, también es el pedido más difícil de cumplir para Putin. El reconocimiento de Ucrania tal como era antes de la anexión de Crimea, implica reconocer una derrota para el Kremlin. Quizá, un punto de acuerdo,podría ser que se considere la integridad territorial de Ucrania post Crimea para cumplir este punto.

El segundo punto destacable de la propuesta es el abandono de la lógico de la Guerra Fría. Aquí, China señala que debe dejarse atrás la concepción que busca consolidar la seguridad de un país o bloque, a expensas de la seguridad de otros. Este es el argumento favorable a Putin quien en reiteradas ocasiones mencionó que siente como una amenaza a su seguridad la expansión de la OTAN hacia el este de Europa. Por supuesto, también es un mensaje a la OTAN, y en particular a Estados Unidos. Implícitamente, este punto bloquearía no solo la posibilidad de que Ucrania se sume a la OTAN (algo que de todas maneras es improbabilísimo que suceda), sino el ingreso de otros países fronterizos con Rusia a la organización de defensa.

Un tercer punto a destacar es el llamado a proteger las centrales nucleares y la oposición al uso y la proliferación de las armas nucleares. Este es un mensaje para Putin, que constantemente juega con la amenaza nuclear para elevar la tensión y presionar a Occidente. China, con esta propuesta, deja en claro lo que el mundo entiende por sentido común. Un combate nuclear tendría consecuencias catastróficas para el mundo entero. También, vale decirlo, China es, de los países con capacidad nuclear, uno de los menos dotados.

Un cuarto y último punto a destacar es el pedido de acabar con las sanciones unilaterales. Este mensaje es para Occidente, y obviamente favorece los intereses rusos. China, de esta manera, cuestiona fuertemente las sanciones impuestas por Occidente, sin el aval del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Este argumento seguramente haya sido celebrado por gobiernos en otras latitudes, como el cubano y el venezolano.

El objetivo de Xi Jinping con este plan es claramente posicionarse como el gestor y el garante de la paz en el conflicto más grave que sucedió en el mundo en las últimas décadas. China le da a Occidente de su propia medicina. Mientras Estados Unidos y Europa asisten con armamento a Ucrania, China aboga por la paz.

Otros puntos de la propuesta solicitan hacer frente a la catástrofe humanitaria que generó el conflicto y proteger a los civiles y a los prisioneros de guerra. China se basa en argumentos e ideales históricamente defendidos por Occidente. Con ellos propone una solución a un conflicto que Occidente, en visión de China (y de muchos analistas en todo el mundo), solo alimenta. En otras palabras, con esta propuesta, China se disfraza de Occidente, toma sus valores y busca posicionarse ante el mundo. Por supuesto también busca solapar los cuestionamientos a sus dinámicas poco democráticas y a las sospechas de violaciones a los derechos humanos en la propia China. Con esto, muestra que tiene los mismos valores que Occidente defiende. Doble discurso o no, lo cierto es que, con este plan, China pone a Occidente en un lugar incómodo.

A Occidente le conviene que el conflicto se termine con una Ucrania que mantenga su soberanía y su integridad territorial. Sería una derrota para Putin, más allá de concesiones que deba hacer Occidente respecto de la expansión de la OTAN en la zona. Sin embargo, un eventual éxito de China en esta cruzada, dejaría a Occidente muy mal posicionado ante todo el mundo, por su incapacidad de resolver el conflicto. Peor aún, sería China, el temido «enemigo final», el que lograría con medios occidentales alcanzar lo que Occidente fue incapaz de alcanzar.

No sorprende, entonces, que referentes occidentales hayan salido pronto a marcar distancia de la propuesta china. Estados Unidos, por su parte, acusó a China de ser aliado de Putin, y sospecha que el plan de paz chino solo tiene por objetivo permitir que Putin termine el conflicto con dignidad. En paralelo, Estados Unidos también desliza que China podría estar a punto de vender armas letales a Rusia, para su uso en Ucrania.

La Unión Europea, en cambio, cuestionó que el plan de China equipara a Rusia y Ucrania, como si ambas se estuvieran agrediendo mutuamente, y desconoce quién es el agresor y quién el agredido que se defiende. La portavoz de Exteriores del bloque de los 27, Nabila Massrali, afirmó que, además, este plan “hay que verlo con el telón de fondo específico de que China ha tomado posición firmando un acuerdo de amistad ilimitado con Rusia”, hecho que sucedió justo días antes de que Putin decidiera avanzar sobre Ucrania.

Hoy en día, la solución al conflicto parece muy lejana. En este marco, el plan chino, por ahora, solo luce como una propuesta más propagandística e idealista, que efectivamente aplicable. Sin embargo, el escepticismo sobre el plan chino es lógico. China aparece hoy como quien disputa la hegemonía mundial con Estados Unidos, y siempre ha estado más cerca de Putin. De ser exitoso un plan de paz propuesto por China, el país gobernado por Xi Jinping tomaría un reconocimiento y protagonismo a nivel internacional que golpearía fuertemente el liderazgo de Occidente en la geopolítica. Occidente deberá esforzarse más por encontrar la paz y acabar con el conflicto por las suyas, porque si la solución la consigue China, definitivamente se expondrá a una dolorosa derrota de la cual le será muy difícil recuperarse.