Naciones Unidas, a través de su organismo especializado en migraciones, informó que la violencia en Haití dejó 1.630 muertes entre enero y marzo de 2023. Esto representa un 30% más que en el último trimestre de 2022. A estas personas, se suman otras 165.000, que debieron desplazarse internamente o emigrar, también como consecuencia de las bandas criminales que operan en el país.
Naciones Unidas también estima que la mitad de la población haitiana necesita ayuda humanitaria. Se trata de 5,2 millones de personas, entre las que están las casi 50.000 personas afectadas por la nueva temporada de ciclones.
Haití sufrió un nuevo terremoto de 4,9 puntos en la escala de Richter el último martes. Asimismo, la nueva temporada de ciclones ha generado la afectación de 46.000 personas, de las cuales un tercio ha tenido que abandonar su hogar.
Hace dos años, otro terremoto, de 7,2 puntos, terminó con la vida de más de 2.000 personas. Haití nunca logra recuperarse de un desastre antes de que suceda otro, por lo que las consecuencias en términos sociales y de infraestructura se van acumulando.
La ayuda de OIM, junto a varios países, consiste en el suministro de refugio, la distribución de artículos de higiene personal, lámparas solares, utensilios de cocina y otros artículos de primera necesidad.