El conservador Friedrich Merz, cuyo partido la Unión Cristianodemócrata (CDU) junto a la Unión Socialcristiana (CSU) ganaron ayer las elecciones generales en Alemania, podrá finalmente formar una gran coalición con los socialdemócratas del SPD para gobernar el país.
Con todos los votos de las circunscripciones escrutados, el bloque conservador consiguió un 28,6 % de los votos y 208 escaños en una Cámara Baja de 630 asientos, y los socialdemócratas (SPD) un 16,4 %, su peor resultado en la historia, y 120 mandatos en el Bundestag, lo que les proporciona una mayoría de 328 diputados en total.
Los Verdes, parte de la coalición de gobierno saliente, pasarán ahora a la oposición, junto con La Izquierda, que remontó con éxito en las últimas semanas y consiguió entrar al Parlamento, algo que no estuvo siempre seguro. Mientras los liberales de Christian Linder,, el socio menor de la coalición tripartita que se quebró en noviembre dando paso a estas elecciones adelantadas, quedaron fuera del Parlamento al no sobrepasar la barrera del 5 % de los votos.
Por su parte, la candidata por la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, destacó los buenos resultados de su partido, sobre todo en el este del país, donde ganó en casi todas las circunscripciones. También reclamó el fin del llamado "cordón sanitario" contra la extrema derecha, impuesto por el resto de los partidos políticos del país.
"El cordón sanitario debe desaparecer", dijo durante una rueda de prensa para analizar los resultados de los comicios, en los que la formación se alzó como segunda fuerza más votada con el 20,8 % de los votos, por detrás del bloque conservador.
Weidel criticó que "no se puede ignorar a millones de electores", al referirse a los votantes de AfD y advirtió de que su partido, que ha duplicado su resultado en comparación con 2021, "superará a la CDU en los próximos años" a nivel nacional.