Reconvierten empresas y adaptan negocios ante la pandemia

En nuestro país, hay un importante número de empresas que en los últimos dos meses se vieron obligadas a reconvertir o adaptar sus negocios frente a una oportunidad comercial y un nuevo escenario presentado por las medidas de aislamiento obligatorio impuestas para morigerar el avance del covid-19.

Algunas son pymes, y otras grandes empresas, de todo el país y de distintos rubros. Son quienes empezaron a fabricar respiradores, cabinas sanitizantes, máscaras, protectores para taxis, entre otros productos al advertir rápidamente una oportunidad de negocio en la crisis sanitaria.

Así, la pyme familiar MAPSA de Córdoba, que producía mazos de cables principalmente para la industria automotriz, maquinarias agrícolas y electrodomésticos desde hace 38 años, se volcó con intensidad a un proyecto que empezó a bosquejar en diciembre pasado: la elaboración de cables de conexión para proveer a una empresa de respiradores instalada en la provincia.

A partir de esta experiencia, la firma incluyó dentro de su cartera de clientes a TECME, otra firma cordobesa líder en la región que también fabrica respiradores artificiales exclusivamente para exportación que, a partir de la pandemia, no solo incrementó en más del 200% su producción, sino que la destina únicamente al mercado local.

Algo similar pasó con el Grupo Libson, que, basándose en su experiencia en la fabricación de material para punto de venta, comenzó a producir productos para la protección del coronavirus, como por ejemplo cabinas sanitizantes, máscaras, protectores para taxis, y dispensers de alcohol en gel para los comercios, con la intención de afrontar la crisis de la mejor forma posible, garantizar empleos y cuidar a quienes se ven expuestos.

Como ejemplo se cita que, con una producción de más de 50.000 máscaras diarias en la planta de La Tablada, abastece no solo al mercado interno, sino que además exporta a Brasil, Chile y Estados Unidos.

También en Tierra del Fuego ocurrió con las electrónicas que encontraron la veta para agregarle una nueva línea de negocios al que ya tenían mientras las fábricas permanecieron cerradas.

Por ejemplo, Newsan, que a partir de la necesidad de adaptar la fábrica de Tierra del Fuego y las oficinas comerciales de Capital a los nuevos protocolos de salud, inició la importación de cámaras para medir la temperatura corporal.

Allí se desarrollan varios proyectos muy importantes y con expectativas de gran crecimiento. Construyen dispositivos que permiten controlar la temperatura a 16 personas en simultáneo, lo que presenta una posibilidad para el control en centros comerciales o para grandes reuniones de público.

Inclusive, la cámara que toma los datos, determina la temperatura y de encontrar alguna anomalía deriva un mail al empleado y al área de recursos humanos para advertir la situación.

También las fábricas del grupo Mirgor, propietarias de con cuatro plantas en el parque industrial de Río Grande, manifestaron que en breve comenzarán a producir 1.000 respiradores mensuales para abastecer al Ministerio de Salud.

Las reconversiones y fusiones entre empresas ante las nuevas oportunidades de negocios se dan todo el tiempo, buscando adaptarse a los tiempos que se viven.