En la provincia de La Pampa, un paciente debió ser sometido a una nueva cirugía, tras ser operado de una válvula en el corazón ante la sospecha de un tumor. Al intervenirlo por segunda vez, encontraron una compresa de gasa de 30 centímetros, que médicos se habían olvidado en el proceso de la cirugía coronaria.
De acuerdo a lo denunciado, el hombre volvió a operarse después de que los médicos advirtieran una masa en su pecho. Los profesionales de la salud creían que se trataba de un tumor o de un quiste hidatídico pero al ver el resultado de los estudios, quedó la evidencia de la negligencia médica.
Luego de que descubrieran el "elemento olvidado" dentro de su cuerpo en una operación hace dos años, el paciente demandó por mala praxis a los médicos.
Las juezas Marina Álvarez y Laura Torres, de la Sala I, coincidieron con el juez civil de primera instancia en que no existió un obrar doloso de los profesionales “pues no tuvieron la intención de dejárselo olvidado, ni de dañar al paciente”.
En el proceso judicial, el perito actuante en la causa sostuvo que la incapacidad actual del paciente (una parálisis diafragmática) se debió a la segunda práctica quirúrgica, a la vez que sugirió que “debió probarse con una práctica menos invasiva” y no al olvido del “oblito”. Ese punto no fue cuestionado por ninguna de las partes, ni siquiera el propio damnificado.
Además, las juezas sostuvieron que "si la compresa olvidada no hubiera causado ninguna consecuencia para la salud del paciente, por elemental sentido común" no se habría llegado a la segunda intervención a la que tuvo que ser sometido el paciente, tras presentar una sintomatología que les hizo sospechar a los médicos de la segunda intervención que podía existir un tumor o un quiste.
Concluyeron que existió responsabilidad médica en cuanto al "particular hecho del oblito quirúrgico, al sometimiento a una segunda cirugía para removerlo y a los padecimientos sufridos"; como así también a la relación causal con los daños que son reclamados (moral y estético).