MOTOSIERRA
Disolvieron otro organismo estatal que gastaba más de lo que hacía
El gobierno de Milei disolvió otro organismo. Gastaba más que lo que aportaba para cumplir sus objetivosEl gobierno de Javier Milei, quien por estos días anda por Italia con pretensiones de liderar la "derecha" mundial, decidió aplicar su famosa motosierra y disolver otro organismo del Estado, en este caso, una comisión creada para otorgar créditos, que fue liderada por Emilio Pérsico, referente de la agrupación Evita, del kirchnerismo explícito remanente.
Deja sí de existir la Comisión Nacional de Coordinación del Programa de Microcréditos para el Desarrollo de la Economía Social, un organismo creado en 2006. En el decreto disolvente, el Poder Ejecutivo observó que esta estructura del Estado estaba afectada por “ineficiencia operativa y un claro sobredimensionamiento de la estructura de la Comisión, en tanto los gastos anuales en personal exceden significativamente los recursos destinados al cumplimiento de su objetivo principal”.
En concreto, el organismo en cuestión gastó, en sueldos de su personal, 1.307.594.730 pesos en el año. Su presupuesto apenas superaba los mil cien millones de pesos, y se aplicó a créditos poco más de 5 por ciento, unos 64 millones de pesos. Sus 72 empleados se llevaron la mayor parte del dinero total aplicado al "programa de microcréditos", que más que micros, fueron minúsculos.
Ahora pasarán, los empleados, a disponibilidad. Es decir, podrán ser absorbidos por otros organismos del Estado, y si no, serán cesanteados definitivamente.
El aliento a la "economía social" fue, así, una estafa que merecía motosierra, o bien un hachazo despiadado. Porque, lamentablemente, hay muchos ejemplos de un Estado, también en niveles provinciales o municipales, que consume el dinero de los contribuyentes en su propio funcionamiento burocrático, en su propio sistema digestivo. Y, para la gente, queda lo que sobra.
En Neuquén, el ejemplo de la estafa en los planes sociales, o, más recientemente, el affaire Gloria Ruiz y el dispendio de dineros en superficialidades o bolsillos propios, está en esta línea. No solo merece motosierra, sino apuntar al futuro con cambios reales y concretos, que pongan al Estado al servicio de la gente, y no al revés.