En medio de un aumento sostenido de los atrasos en los pagos —especialmente en el sector no bancario— el Banco Central analiza volver a habilitar el débito automático para el cobro de cuotas de créditos, una herramienta que las fintech reclaman desde hace tiempo y que quedó prohibida en 2020, en pleno aislamiento por la pandemia.
La restricción fue impuesta a través de la Comunicación “A” 6909, cuando miles de personas que habían perdido sus ingresos vieron descontarse sus cuotas de manera automática. Ahora, el escenario cambió: la morosidad crece y el sistema necesita mecanismos más eficientes para asegurar recupero y sostener el flujo crediticio.
Pedro Inchauspe, director del BCRA, lo confirmó durante el Argentina Fintech Forum: “Si todo va bien, en menos de un mes vamos a sacar la norma habilitando nuevamente esta herramienta para cobrar de forma digital y favorecer el crecimiento del crédito”, adelantó.
Los datos muestran el deterioro. Según el último informe de inclusión financiera, en junio de 2025 solo el 86,5% de los deudores cumplió en tiempo y forma, 2,5 puntos menos que a fin de 2024. La situación es peor entre quienes toman préstamos fuera del sistema bancario: la caída duplica la de los bancos.
Para las fintech, la prohibición del débito automático desniveló la cancha. Mientras los bancos pudieron seguir cobrando vía CBU, alias o débitos directos, las digitales debieron recurrir a recordatorios, pagos manuales o sistemas menos eficientes.
“Se generó una asimetría regulatoria”, señaló Pablo Blanco, CFO de Alprestamo. Según él, la vuelta del débito automático podría reducir la mora entre dos y cuatro puntos porcentuales.
Pero el esquema no será igual al que rigió hasta 2020. Hoy, 8 de cada 10 transferencias ya se realizan desde o hacia una CVU o billetera virtual, por lo que se espera que el nuevo sistema contemple esos medios de pago y mantenga una experiencia fluida para el usuario.
Desde la banca tradicional, sin embargo, piden cautela. Una fuente del sector recordó que el mecanismo se prohibió por abusos de financieras y cooperativas no reguladas, que aplicaban tasas altísimas y generaban quejas masivas ante los bancos. “Eso no debería volver a pasar”, advirtió.
Las fintech, en cambio, sostienen que la prohibición encareció y complicó la operatoria, afectando incluso las tasas que pagan los usuarios. La posibilidad de volver al débito automático no solo mejoraría la cobrabilidad, también permitiría proyectar ingresos con mayor precisión y aumentar la oferta de crédito.
El Banco Central tiene previsto avanzar en las próximas semanas. Si el plan se concreta, el cambio llegaría antes de fin de año y podría modificar el mapa del crédito digital en Argentina.