La tensión entre los gremios estatales y el Gobierno nacional volvió a escalar luego de que la Asociación de Trabajadores del Estado anunciara un paro con movilización para el martes 9 de diciembre, en rechazo a la reforma laboral que el oficialismo busca instalar en el Congreso. La conducción del sindicato confirmó que la protesta se concentrará frente al Parlamento, en el mismo momento en que el Ejecutivo planea enviar el borrador definitivo del proyecto.
El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, expresó que la medida no es sólo una respuesta sindical sino una señal política ante lo que consideran un intento de modificar de manera estructural las relaciones laborales en el país. Según afirmó, la iniciativa oficial apunta a un esquema de flexibilización que afectaría derechos adquiridos. “Se trata de una reforma laboral pro mercado y la única finalidad que persigue el Gobierno es el disciplinamiento de la fuerza de trabajo”, sostuvo Aguiar, al advertir que la organización intensificará sus acciones en caso de que el proyecto avance sin modificaciones.
El borrador de la legislación comenzó a circular este entre distintos bloques del Senado y generó preocupación entre los gremios, que señalan que el Gobierno busca acelerar el debate para llegar con el paquete laboral al recinto antes de fin de año. La decisión de ATE de lanzar un paro con movilización se inscribe en ese escenario y busca sumar presión en las calles, en un contexto donde otros sindicatos también analizan medidas de fuerza.
Mientras tanto, la Casa Rosada se prepara para defender el texto ante los legisladores, con el argumento de que la reforma es clave para modernizar el mercado laboral y mejorar las condiciones para la creación de empleo formal. El choque de posiciones promete una semana de alta conflictividad política y sindical, con un Congreso que será nuevamente el epicentro de la disputa.