A fines del gobierno de Néstor Kirchner, entre el 2006 y 2007, el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, aplicó un singular método para hacer "bajar" la inflación. Tan singular fue, que resultó denunciado por manipular los datos de un organismo, el INDEC, que hasta entonces había permanecido impoluto en su funcionamiento estrictamente técnico. Hoy, la justicia ratificó la condena decidida en su momento contra Moreno, tres años de prisión.
La Cámara Federal de Casación Penal, con la firma de los jueces Ángela Ledesma, Guillermo Yacobucci y Alejandro Slokar dio a conocer el fallo (por mayoría) este lunes. Guillermo Moreno queda con lo que se llama "doble condena" en la jerga, por lo que debería hacerse efectiva la pena, más allá que queda siempre, como sucede con los políticos argentinos enjuiciados, la vía de apelación a la Corte Suprema de Justicia.
La mayoría del tribunal de Casación fue integrada por los jueces Ledesma y Yacobucci. Lo que se confirmó fue la sentencia de septiembre del año pasado del Tribunal Oral Federal número 2, integrado por Jorge Luciano Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Néstor Guillermo Costabel. El fiscal acusador había sido Diego Luciani.
Lo que ha confirmado la Justicia va más allá de un persona, en este caso, el histriónico Guillermo Moreno: establece que un gobierno no puede meter mano, sin más, en los organismos técnicos que están al servicio de los ciudadanos, no de los funcionarios. Moreno no solo ordenó manipular, sino que para eso cambió técnicos, echó a los honestos, y protagonizó uno de los momentos tristes de la historia político-institucional de Argentina.