En pleno corazón cultural de Cipolletti, en un espacio donde suenan bandas y conviven distintos públicos se sumó una propuesta diferente y que busca generar un impacto saludable y amigable con el planeta. Jazmín, una cipoleña emprendedora, multifacética y según ella muy terca, relanzó su emprendimiento de comidas "Kajú - Alimentación Arcoíris" dentro de La Casa de la Bodega: una cocina alternativa con platos vegetarianos y veganos, llenos de color, sabor y trabajo artesanal. La historia detrás del proyecto, el esfuerzo para volver a empezar y un menú que invita a comer mejor.
De la pandemia a la cocina consciente
Kajú nació en un contexto adverso, cuando todo parecía detenido. En medio del encierro y la incertidumbre, Jazmín decidió moverse.
“Plena pandemia, contexto difícil para la mayoría y aburrida de la constancia del encierro, más la necesidad de generar dinero, se me ocurre empezar a vender comida”, contó Jaz a MEJOR INFORMADO.
Pero no era cualquier comida. Su idea apuntó desde el inicio a una alimentación basada en vegetales, legumbres y cereales, con identidad propia y una estética cuidada.
“Siempre me llamó la atención la variedad de colores que se le podían agregar a un plato y sabores que quizá no son tan explorados, el mundo de las legumbres y cereales me pareció un nicho lindo para investigar, versátil y con mil opciones”, recordó como punto de partida.
Arrancó con dos tipos de hamburguesas y una publicación en redes. El boca en boca hizo lo suyo y los pedidos crecieron rápido, incluso más de lo esperado.
“Amigas y amigos comienzan a repostear y a encargar, llega más gente a las redes, se me estalló el celular de pedidos. Y el freezer, que era de una heladera normal, también”.
Mujeres que cocinan, mujeres que sostienen
En su historia personal, la cocina siempre fue una herramienta para salir adelante. Jazmín lo cuenta desde la memoria familiar, atravesada por el trabajo y la resistencia.
“En mi familia en épocas de crisis la comida siempre nos sacó adelante (…) mujeres, cocineras y empoderadas”, dice como un mantra que la sostiene y empuja.
Ese legado aparece hoy en Kajú, no solo como un emprendimiento gastronómico, sino como una forma de construir autonomía, identidad y comunidad.
Una pausa, el cansancio y la decisión de volver
Kajú creció, pero también exigió mucho. Luego de un año de trabajo, Jazmín decidió cerrar el proyecto por razones personales.
“Me despido de mi emprendimiento, agotada y no pudiendo pensar en cómo hacerlo crecer. Fue duro”.
Durante ese tiempo buscó otros caminos, probó con el arte, el macramé, pero lo culinario volvió a llamar.
“Gastronómica desde muy chica, con ganas de creatividad y siempre muy terca… lo culinario fue más fuerte”.
El impulso de la amistad y las redes del amor
“Amigas y amigos empiezan a preguntar por Kajú, a decirme que era un proyecto hermoso, que lo vuelva a intentar”.
Kajú en La Casa de la Bodega: cocina alternativa con identidad
La vuelta se dio en un lugar significativo: La Casa de la Bodega, el bar cultural y social de Cipolletti donde Jazmín trabaja hace años. Allí encontró no solo un espacio físico, sino contención y proyección.
“Sin dudarlo, me ofrecieron el espacio para cocinar y proyectar Kajú a algo mucho más grande y con más llegada al público”.
Hace tres meses, Kajú funciona dentro del espacio como cocina alternativa con menú vegetariano y vegano, pensada para quienes buscan opciones saludables, pero también ricas y lejos de lo insulso, un término que muchos asocian a la comida que sale de lo estereotipado de un sistema que genera ultra procesados, comida chatarra y cada vez menos alimento y más marketing.
“Kajú funciona en La Casa de la Bodega como cocina alternativa, con menú veggie y para nada insulso”.
Se puede comer en el lugar o pedir para llevar, algo clave para quienes quieren sumar opciones saludables a su rutina diaria.
Un menú con color, sabor y otra forma de comer
Kajú no se presenta solo como una alternativa vegetariana o vegana, sino como una experiencia. Platos llenos de color, combinaciones pensadas, ingredientes de base vegetal y una mirada creativa sobre lo cotidiano.
La propuesta convive con la movida cultural del lugar: música en vivo, espectáculos, encuentros y una cocina que acompaña sin perder protagonismo.
Dónde y cuándo probar Kajú
Kajú funciona dentro de La Casa de la Bodega, de jueves a domingo, de 20.30 a 23.30, en Tres Arroyos 375, Cipolletti. Se puede comer en el lugar o pedir para llevar.
Jazmín lo resume con una gratitud clara, pero también con la conciencia del camino recorrido.
“Gracias amigas y amigos quienes me han alentado siempre, a La Casa de la Bodega, espacio amigo que supo bancar los trapos en momentos críticos y sigue siendo semillero de emprendedores y artistas”.
Kajú no es solo un menú. Es una historia de volver a empezar, de cocinar con sentido y de demostrar que comer sano, vegetal y con identidad también puede ser una experiencia cultural.