A partir de los siete años los gatos domésticos empiezan una transición hacia la vejez que se nota cada vez más, hay cambios significativos tanto en su conducta como en su capacidad física, identificarlos podría ayudarnos a mejorar su calidad de vida.
Hay que tener en cuenta que los felinos son propensos a ocultar sus malestares, por lo que no es fácil detectar sus problemas de salud en forma temprana. Sin embargo hay algunos comportamientos que pueden ayudarnos a reconocer su longevidad y actuar en consecuencia.
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Uno de ellos es que ya no realizan tanta actividad física y que han aumentado las horas de descanso. Si bien puede parecer normal, también podría indicar problemas en las articulaciones o artritis.
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Los problemas dentales se vuelven más frecuentes con la edad. Entre el 52 % y 68 % de los gatos mayores de tres años desarrollan enfermedades en la boca.
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Suelen manifestar pérdida o aumento de peso sin causa aparente, esto podría reflejar alteraciones metabólicas como hipertiroidismo, diabetes o enfermedad renal crónica.
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La disminución de la visión y la audición puede estar relacionada con la esclerosis lenticular, cataratas o glaucoma, que pueden comprometer la calidad de vida de nuestros amigos peludos. Los cambios de comportamiento deben llamarnos la atención, por ejemplo mayor irritabilidad o desorientación pueden indicar un síndrome de disfunción cognitiva similar al Alzheimer.
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A medida que envejecen la higiene se descuida y las uñas crecen excesivamente. Es probable que su pelaje pierda el brillo y que haya zonas sin pelos.
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Ante estos síntomas es conveniente consultar al veterinario para que nos asesore sobre un tratamiento preventivo y poder acompañarlos en esta etapa de su vida.
Una dieta específica para gatos mayores, con alimentos digestibles y equilibrados en proteínas, grasas y micronutrientes contribuye a mantener de la mejor manera la salud de los felinos.
También es clave adaptar el hogar a sus necesidades, facilitarle el acceso a la comida, al agua y áreas de descanso y evitar escaleras o lugares de
difícil acceso.
Por último señalar que cada gato envejece de manera diferente, pero llevar a cabo ciertos cuidados en su estado de salud puede influir en su
longevidad. Hay gatos que pueden vivir veinte años o más.