HISTORIA DE VIDA
El japonés que es hincha de Boca y homenajea a Argentina con sus “alfajores”
Isamu Kato vive en Kioto, pero ama la cultura argentina y vende un producto inspirado en una golosina clásica nacional.Japón se encuentra a más de 18.000 kilómetros de Argentina, al otro lado del mundo. Los dibujos animados, videojuegos y el deporte han acercado a ambas culturas. Sin embargo, un ciudadano oriental trata de mezclar ambos países mediante su propia marca de "alfajor".
Si bien es un postre de origen árabe, en nuestro país lo adoptamos como propio. Sea el estilo que sea, ligado a un lugar de procedencia, despierta muchas pasiones. Tal es así que Isamu Kato vende "alfajores al estilo japonés".
En una charla con Mejor Informado, el protagonista de esta historia explicó que se trata de un ‘dorayaki’, una especie de dos pancakes con relleno, pero lo venden como alfajor japonés. Un amigo que se dedicaba a producir este postre creó la versión con dulce de leche, a diferencia de los clásicos rellenos que se hacen en territorio nipón. Así nació la idea.
Cuando Isamu viajaba a Argentina, “me llamaba la atención el packaging de ‘Jorgito’, así que decidí dibujar el logo imitando al pibe y lo nombré ‘Isamito’”, contó. Tras haber charlado con el sector de marketing de la empresa nacional, fue invitado a visitar la fábrica. “Visité las oficinas, me recibieron con mucho cariño y les encantó mi producto”, dijo desde la ciudad de Kioto.
Isamito se vende únicamente en Japón. “A los japoneses le gusta. Cada día, los argentinos visitan el negocio, pero no producimos con máquina, los hacemos a mano. Se vencen en una semana”, comentó y agregó que la época invernal que se vive en el país nipón baja mucho las ventas porque no se acercan muchos turistas.
En nuestro país, Isamu ha tenido la posibilidad de probar distintos alfajores. “La gente me recomienda mucho ‘Capitán del Espacio’ pero me pareció demasiado dulce. No es para mí”, contó y enumeró varias marcas como Guaymallén, Blanco y Negro (ambos de la marca Bagley), Oreo, Havanna y Cachafaz.
Boca, el culpable de este fanático oriental de la cultura argentina
Su amor por la cultura argentina nació en el 2000 y coincide con un evento deportivo. A fines de noviembre, Boca debía jugar contra el Real Madrid para definir al campeón de la Copa Intercontinental. Previo a ese partido, Isamu tenía muchas ganas de viajar a Europa para ver a Manchester United o la Juventus de Italia. Sin embargo, los más de 10 mil hinchas xeneizes en su tierra fueron una experiencia que nunca vivió.
“Ese día cambió mi vida, empecé a averiguar cómo es la cultura argentina, su fútbol. En 2009 fui a Argentina por primera vez a ver a Boca”, dijo. Cada vez que viaja, está argentinizado. “La primera vez, no podía tomar mate porque era muy amargo, pero ahora no puedo vivir sin mate, puedo hacer ‘montañita’ mejor que muchos argentinos”, explicó.
Por la diferencia horaria, aclaró que es muy difícil ver partidos de Boca, pero siempre lo sigue por las redes. Además, contó que tiene ganas de ir este año a presenciar el Mundial de Clubes.
Al saber que este medio es de Neuquén, Isamu preparó la remera de la peña ‘Neuquén Azul y Oro’ y contó que no ha viajado nunca a la provincia, pero que se ha hecho amigos y que quiere visitarlos.
Isamu es tan fanático del Xeneize que es hincha del Okinawa Sport-Verein, un cuadro japonés fundado por Naohiro Takahara, exfutbolista que jugó seis partidos y marcó un gol en el equipo que dirigía en ese entonces Carlos Bianchi. El exdelantero eligió los colores de Boca para la camiseta del club.
Por otra parte, estuvo en Qatar alentando a la Selección argentina. “No pude estar hasta la final, pero todos los días hicimos asados con los argentinos, fue inolvidable”, contó sobre ese mes en que la Scaloneta resultó campeona del mundo.
Alfajor japonés en Argentina y empanadas: los proyectos de Isamu
Kioto, la ciudad en la que vive Isamu Kato y vende Isamito, es un lugar turístico por su cantidad de templos históricos. Todo el año viajan muchos argentinos para visitarla y degustar los alfajores japoneses. El problema es que, al estar lejos del centro, es difícil para llegar.
“Me dicen que quieren conseguirlo en Argentina”, comentó. Por eso, planea hacer un viaje al país para poder vender el producto en un evento de la cultura japonesa de Argentina.
Además, aseguró que se prepara para arrancar un negocio de empanadas. “Prefiero las empanadas de carne, pero estas serán con sabores japoneses. Estoy probando varios rellenos”.