quienes y cómo subieron los precios en la década de los aumentos

Es llamativo cómo un número de apenas cuatro cifras puede mostrar el cambio de toda una política en materia de energía. Una parte de esa historia la cuentan los surtidores de combustibles, testigos en la Argentina de aumentos periódicos en las naftas y el gasoil.

Aunque los ajustes son visibles, la marcha de los precios muestra algunas curiosidades. Por ejemplo, mientras la gestión de YPF, la líder del mercado, estuvo a cargo de la española Repsol y en especial de su principal ejecutivo, Antonio Brufau, denostado por el Gobierno tras la estatización del paquete de control de la petrolera, los consumidores se vieron favorecidos, al menos en lo que tiene que ver con los precios. Una estación de servicio de la Ciudad de Buenos Aires cobraba 1,889 pesos el litro de nafta súper en diciembre de 2004. Ese mismo valor se mantuvo hasta el final de 2007, el último año en que los españoles controlaron en soledad la empresa. Era una Argentina en la que aumentaba todo menos la nafta.

La "generosidad” de Repsol con los consumidores, inducida artificialmente por la presión del ex presidente Néstor Kirchner, es más notoria aún si la cuenta se hace en dólares, ya que entre 2004 y 2007 hubo una rebaja de casi un 5% en los precios. Hay que recordar que el mercado petrolera está dolarizado: el 80% de los costos de los combustibles provienen de la compra del crudo, que se paga en pesos, pero atado al tipo de cambio oficial.

Mientras Repsol mantenía la nafta congelada, decaía su producción local de petróleo y gas, mal negocio para las cuentas públicas. Miguel Galuccio tomó el camino puesto: bajo su mando YPF (la estatización fue en abril de 2014) la extracción de hidrocarburos aumentó, pero también los precios. Sin la frenética presión que le había puesto Kirchner a las empresas, y luego el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, bajo el timón de Galuccio la súper en la Ciudad de Buenos Aires aumentó casi 100% entre fines de 2012 y 2014 (en enero de este año, por un acuerdo entre el Gobierno y las empresas, hubo una rebaja del 5 por ciento). En dólares, la moneda que más les interesa a las petroleras, el "mago” aplicó un aumento del 14%, víctima de la persistente devaluación de los últimos años.

Aunque hoy casi nadie habla de ellos, la familia Eskenazi ocupa un lugar especial en la historia de los aumentos en los combustibles. Llegaron a YPF con una participación minoritaria en 2008 y se fueron tras la estatización de la empresa. Desde diciembre de 2008 hasta el mismo mes de 2011, el último año en que estuvieron a cargo de la empresa, la súper para los porteños trepó 82% en pesos. Pero son los que aplicaron la mayor suba en dólares: 45% en cuatro años en moneda dura.

Fuente: El Inversor Online