La industria del shale requiere más y mejores proveedores

A fin de aprovechar las oportunidades comerciales que traerá aparejado el progresivo desarrollo de los hidrocarburos no convencionales en el país, la firma de ingeniería y obras electromecánicas IPE Neuquén emprendió una recomposición accionaria que le permitirá ampliar su capital de trabajo.
martes, 21 de abril de 2015 · 15:12
Independientemente de la continuidad del contrato marco por 14 años que mantiene con YPF en el área Catriel, donde colabora de manera activa con la construcción de líneas eléctricas y estaciones transformadoras para la producción, IPE Neuquén ha sido recientemente adjudicataria de tres licitaciones muy importantes para la industria hidrocarburífera en la cuenca Neuquina: el centro de generación y distribución Bloque Norte, situado dentro del yacimiento Loma Campana y a cargo de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) homónima; las subestaciones transformadoras y las líneas eléctricas de media y baja tensión de YPF en Loma Campana; y las subestaciones transformadoras principales en Señal Picada, Catriel Oeste y Punta Barda, también pertenecientes a la petrolera controlada por el Estado nacional. "Ya hemos finalizado exitosamente la primera de las tres obras, mientras que las otras dos se hallan en plena ejecución”, puntualiza Diego Saleño, director y CEO de la compañía.
Según sus palabras, por estos días la principal novedad de la firma estriba en la decisión de emprender una ambiciosa recomposición accionaria con miras a ampliar su capital de trabajo. "De ese modo, buscamos acceder a las nuevas oportunidades comerciales que sucesivamente se presentarán en la región y en otras zonas de interés de nuestros clientes”, asegura el directivo.
Los principales objetivos a cumplir en el transcurso de este año, acota, se vinculan en especial con la concreción eficiente de todas las obras encomendadas a la empresa bajo los rigurosos lineamientos de su Sistema de Gestión Integrada (SGI) en materia de calidad, seguridad y medio ambiente. "Este año apuntamos a sostener nuestro nivel de crecimiento a través de mayores inversiones en términos de recursos humanos, y también mediante el acceso a nuevas obras en el rubro eléctrico y en otras disciplinas compatibles con el desarrollo de las áreas convencionales y no convencionales de la industria local de Oil & Gas”, señala.

Panorama auspicioso

En cuanto al actual panorama sectorial, Saleño cree que hoy se vive un momento propicio para las actividades de IPE Neuquén. "El escenario que actualmente el país ofrece al sector petrolero es muy auspicioso, sobre todo en nuestra zona patagónica, teniendo en cuenta las múltiples inversiones (tanto extranjeras como nacionales) que se están produciendo en distintos yacimientos, con énfasis en los no convencionales”, afirma.
En ese sentido, recuerda que el año pasado YPF aumentó su producción en casi un 14% gracias a su impulso inversor. "Desde nuestra perspectiva, que es la de una empresa que viene creciendo a la par de la actividad, nos sentimos muy identificados con los objetivos del ‘Plan Sustenta’ que impulsa la petrolera estatal en pos de fomentar el desarrollo regional, compromiso que compartimos totalmente”, sostiene.
En este contexto, indica, la intención de IPE Neuquén es seguir acompañando y promoviendo la expansión de sus clientes y socios, entre los que figuran YPF y otras operadoras. "Por eso pensamos fortalecer nuestra actividad en cuanto a la innovación y el desarrollo de proyectos de energía –los cuales nos permitirán apuntalar la productividad y calidad buscada–, y a la aplicación de ideas novedosas en beneficio del sector”, manifiesta.

Concepto clave

A criterio de Saleño, la incipiente industria del shale requiere una mayor cantidad y una mejor calidad de proveedores. "Nuestro principal valor pasa justamente por aportar esa visión. Estamos convencidos de que la incorporación de nuevos accionistas y la expansión de nuestra capacidad operativa serán los pilares fundamentales de nuestro desempeño en un segmento tan desafiante como el de los hidrocarburos no convencionales”, resume.
Según el directivo, IPE Neuquén siempre ha basado sus actividades en el estricto cumplimiento de una política de gestión integrada, basada en el ya citado SGI, que está compuesto por las normas ISO 9.001:2008 (de calidad), ISO 14.001:2004 (de medio ambiente) y OHSAS 18.001:2007 (de seguridad y salud en el trabajo). "Adicionalmente, nunca hemos dejado de apostar a la inversión, cumpliendo a rajatabla con nuestras obligaciones laborales, fiscales y tributarias, y demostrando además un gran respeto por nuestros clientes, trabajadores, bancos y proveedores”, añade.
El concepto clave para seguir creciendo, acota, es el de capacitación. "En efecto, se trata de una de las más significativas inversiones que debe realizar una compañía para diferenciarse del resto mediante la mejora del conocimiento, la actitud y las habilidades de su personal”, completa.

Fuente: Revista Petrquímica / Diego Saleño, director y CEO de IPE Neuquén

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