NO ERA ELECTRICISTA
Embaucaba a sus víctimas con el cuento de la explosión del medidor
El estafador elegía a sus víctimas entre personas de edad avanzada. Les decía que había desperfectos en el medidor, entraba en confianza, les pedía dinero para comprar repuestos y escapaba.
La Policía logró detener a un hombre que, utilizando el ardid de la “explosión del medidor de electricidad”, lograba entrar a viviendas para “revisar la instalación y los artefactos”, y les robaba dinero a sus víctimas, en todos los casos personas de edad avanzada.
El estafador es oriundo de la localidad rionegrina de Allen y tiene 47 años.
De acuerdo con lo informado por la Policía, cerca de las siete de la tarde golpeó la puerta de una casa en el barrio Provincias Unidas, donde fue atendido por una mujer mayor. Con apariencia de ser un electricista o algo similar, le dijo que había observado una explosión en el medidor de electricidad ubicado en el pilar, y logró que la mujer lo acompañe a mirarlo.
De inmediato convenció a la mujer que le permita entrar a la casa para comprobar que la instalación o los artefactos hayan sufrido algún desperfecto. Tras la revisación, le pidió 500 pesos para ir a la ferretería a comprar algunos elementos que necesitaría para reparar el medidor. La mujer le entregó 500 pesos.
Con el dinero en su poder, el timador se subió al auto y escapó raudamente.
A la mujer le llamó la atención esa actitud, por lo que –invadida por la desconfianza- fue hasta un hogar de menores vecino y dialogó con el efectivo policial que estaba de custodia.
El uniformado irradió a otras unidades callejeras el pedido de demora del conductor del automóvil. Al rato, personal de la Comisaría primera logró detenerlo en el momento en que ingresaba a otra vivienda, también ocupada por un matrimonio de adultos mayores.
En su poder la Policía le secuestró poco más de 1000 pesos.
