MURIÓ EN ROSARIO EN 2011
Creen que no fue suicidio la muerte de una joven neuquina
Es el caso de la joven Silvana Tambasco, nacida en Plottier, que murió en 2011 en Rosario en la casa que compartía con su pareja.Silvana Valeria Tambasco tenía 27 años cuando fue encontrada muerta, en dudosas circunstancias, en su casa de la ciudad de Rosario. Fue su pareja, Matías Méndez, quien avisó a la policía la madrugada del 20 de diciembre de 2011 que la había encontrado suicidada y que había dejado unas notas de despedida. La investigación que llevaron adelante la Policía y la Fiscalía arribó a la provisoria conclusión de que la joven se había quitado la vida. Y la Justicia rosarina se encamina a cerrar el caso con esa carátula. Sin embargo varios aspectos de dudosa consistencia en las pericias llevaron a la familia de Silvana a recurrir al licenciado en Criminalística, Enrique Prueger, para evitar la clausura del expediente como "suicidio". Silvana había nacido el 12 de febrero de 1984 en Plottier, provincia de Neuquén.
A las 3.40 del 20 de diciembre de 2011, Méndez llamó a la guardia de la comisaría 5° de Rosario para informar que su pareja se había suicidado. Que cuando llegó del trabajo la encontró colgada con una soga al cuello.
Quince minutos más tarde, el oficial Wálter Bay se dirigió a la vivienda que Méndez compartía con Tambasco, en Gálvez 1373. Entrevistó a Méndez quien declaró que hacia minutos había arribado a la casa y que encontró a su pareja pendiendo de una soga. También que en horas de la tarde habían mantenido una discusión doméstica.
A las cuatro y veinte de la madrugada llegó un médico apellidado Becker, quien observó el cuerpo de Silvana tendido en piso. Ya en la morgue, el forense Víctor Agustín José Frigieri dictaminó que la muerte de la joven había ocurrido 12 horas antes de haber sido encontrada por Méndez, es decir entorno de las 17 del 19 de diciembre, teniendo en cuenta los fenómenos que experimentaba el cuerpo.
Méndez aportó a los investigadores una breve carta presuntamente escrita por Silvana en la que pedía perdón. Los investigadores encontraron otras esquelas de similar tenor, abolladas dentro de un cesto de basura.
La investigación nunca avanzó en otro sentido que no sea reafirmar la hipótesis del suicidio, algo que la familia de Silvana nunca compartió. Ante ello, requirió los servicios del Instituto Prueger quien, en su pericia concluyó que "atento a los estudios realizados estamos en condiciones de determinar que el hecho que se investiga corresponde a un homicidio y no a un posible suicidio como se quiso presentar la escena del hecho". Y argumentó que "la víctima muere aproximadamente a las 17 del día 19 de diciembre de 2011 y es ubicada, posiblemente, en la cama dado la distribución o forma que tomó el cuerpo, pierna izquierda semiflexionada y de la cintura para abajo desalineada hacia la izquierda con respecto al torso y nunca. Es decir, que es imposible que hubiera estado colgada dado el proceso de relajación y rigidez, además de las livideces cadavéricas depositadas en la región dorsal del cuerpo y no en los miembros inferiores hasta la cintura y en los miembros superiores donde las manos completas tendrían que haber estado con livideces homogéneas en todas sus caras como correspondería en una ahorcadura en suspensión". Para Prueger no hubo ahorcadura sino estrangulamiento por la característica del surco encontrado alrededor del cuello.
Por otro lado también desarrolló una pericia caligráfica a la carta cuya autoría se le atribuye a Silvana Tambasco, en la que observó una sorprendente similitud con la característica de escritura de Méndez.
Con esa pericia, la familia pretende evitar el cierre de la investigación como "suicidio" y que se redireccione la causa como presunto femicidio.