CRUELDAD ANIMAL EN RÍO NEGRO
Formularon cargos al que arrastró y mató a "Estelita"
Jonathan Jara ató a su perra al paragolpes de su auto, la arrastró centenares de metros y el animal murió poco después.Con un final tumultuoso se realizó este jueves en el edificio judicial de Cipolletti la audiencia de formulación de cargos a Jonathan Jara, a quien la Justicia se le imputó el delito de crueldad animal. Se lo acusa de haber atado al paragolpes de su auto a la perra Galgo “Estelita” en mayo de este año, provocándole múltiples heridas que derivaron inexorablemente en su muerte meses más tarde. El imputado se negó a declarar y sus familiares y amigos intercambiaron insultos y golpes con las mujeres de las asociaciones protectoras que fueron a pedir justicia.
El juez Marcelo Gómez dirigió la audiencia y la fiscal Rocío Guiñazú se encargó de relatar pormenorizadamente el hecho que le endilgó a Jara, de 27 años. Recordó que el 22 de mayo pasado, entre las once de la noche y la una de la madrugada y en Fernández Oro, Jara ató al paragolpes de su VW Gol color blanco la perra Galgo y la arrastró durante varias cuadras y a velocidad. Su actitud fue registrada por cámaras de seguridad y por teléfonos celulares de ocasionales testigos y sólo se detuvo cuando un taxista lo interceptó y le recriminó la actitud.
Guiñazú agregó que, al día siguiente, fue la hermana de Jara la que pidió la colaboración de una protectora de animales para que la perra sea asistida. Fue la médica veterinaria Marina Marini quien atendió a “Estelita”, quien confesó que “no podía creer” como la perra continuaba con vida. Las laceraciones en todo su cuerpo fueron gravísimas, y que desencadenaron en la muerte del animal en agosto.
La fiscal pidió que Jara sea imputado por crueldad animal en carácter de autor. La parte querellante, conformada por las abogadas Julia Busqueta y Noelia Baraínca, de la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA), adhirió en un todo a la acusación.
Jara, cuando el magistrado le concedió la posibilidad de expresarse, respondió con un lacónico “me niego a declarar”.
Gómez dispuso el plazo de investigación en cuatro meses.
La diminuta sala de audiencias se vio colmada por referentes de las protectoras de animales que la fueron evacuando al grito de “Justicia” y “asesino”. Pero la situación se tornó violenta en la vereda de tribunales cuando se enfrentaron con fuertes insultos y golpes de puño familiares y amigos de Jara con quienes apoyaban su acusación, por lo que la Policía se vio obligada a intervenir para calmar los ánimos.