Mató a la mujer a martillazos y la envolvió en una frazada

María Esperanza Fernández ya no tiene esperanza alguna. Dejó de ser una persona, para pasar a ser parte de una macabra estadística. La que sigue, día a día, la cantidad de femicidios que se cometen en Argentina. Una estadística que no ilustra el horror, sino que apenas le pone números.

María, de 43 años fue encontrada muerta, envuelta en una frazada, en su propia casa. La mataron a martillazos. Le destrozaron la cabeza con una saña a la que solo el ser humano parece poder acceder.

La encontró su hija, cuando entró a la vivienda, ubicada en San Lorenzo al 3.000 de la ciudad de San Pedro. La mujer solo entreabrió la frazada un poco, y eso le alcanzó para confirmar lo que ya imaginaba.

Su madre no se llevaba bien con el marido. El marido se llama Roberto Romero, y ahora es buscado por la policía. Es, como suele suceder en estos casos, el sospechoso principal. Lo condena antes del juicio el lugar, la frazada, el martillo manchado de sangre que abandonó, torpemente, en su huida.

La Policía Científica determinó a primera vista que Fernández presentaba golpes en la cabeza aplicados con un elemento contundente, compatible con ese martillo manchado con sangre. Estimaron que el crimen se produjo entre la noche del sábado y la mañana del domingo.

La investigación está a cargo de la fiscal de San Pedro, Viviana Ramos.