DECISIÓN JUDICIAL

Mandaron a sus casas a los que balearon al taxista

La jueza afirmó que "despreciaron" la vida de Miguel Sisterna, quien pelea en la terapia del Hospital pero les dio domiciliaria.. Fue una persecución de 6 cuadras y hubo 12 balazos.
viernes, 14 de agosto de 2020 · 22:54

Los tres detenidos, acusados de protagonizar la balacera en la que resultó herido gravemente el taxista Miguel Sisterna el 7 de agosto en el barrio Cuenca XV, quedaron imputados este viernes y la jueza de Garantías les impuso seis meses de prisión domiciliaria. Pese a ello la magistrada afirmó que "actuaron con total desprecio por la vida ajena" y "tuvieron la intención de cumplir las amenazas de muerte" fueron algunas de las apreciaciones de la jueza Carina Álvarez, durante la audiencia por videoconferencia que se extendió por casi cuatro horas. Destacó la "solidez" de las pruebas presentadas por la fiscalía y avaló los términos de la acusación.

En la audiencia de formulación de cargos, la fiscalía acusó a Hugo Román Sura, de 18 años, Lucas Castillo, de 19 y Cristian Fuentes Sáez, de 25, por los delitos de “homicidio doblemente calificado agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa (por los disparos contra el automóvil Citroën C3) y de lesiones gravísimas agravadas por el uso del arma de fuego en grado de tentativa (por el balazo contra el taxista), todos en calidad de coautores. Y para ellos solicitó seis meses de prisión preventiva por los riesgos de fuga y de entorpecimiento de la investigación. Los responsabilizó por perseguir un vehículo a los tiros, y uno de esos dio en el cráneo del taxista Sisterna.

El conductor del taxi permanece internado en terapia intensiva del hospital Castro Rendón con un proyectil calibre 9 milímetros alojado en el cráneo, en estado gravísimo y con daño irreversible.

Este viernes, dos horas antes del inicio de la audiencia, fue encontrada la camioneta que habrían utilizado los imputados. Fue durante un allanamiento realizado en el barrio Cuenca XV. El rodado, de similares características a la mostrada por los videos de cámaras de seguridad y con los detalles aportados por testigos, será sometida a pericias.

Las detenciones de los imputados ocurrieron en allanamientos registrados este jueves en sus domicilios del barrio Cuenca XV. En uno de ellos, la Policía también secuestró 21 plantas de marihuana y una decena de teléfonos celulares que serán sometidos a una pericia de geolocalización.

La fiscalía solicitó un plazo de investigación de cuatro meses, a la luz que restan, entre otras medidas, las pericias a los teléfonos celulares y a la camioneta recientemente secuestrada.

Una teoría con evidencias

El equipo fiscal, integrado por Carolina Mauri, Eugenia Titanti y Juan Agustín García, relató que el 7 de agosto a las cuatro menos veinte de la tarde, Fuentes Sáez, Sura, Castillo y dos personas más no identificadas circulaban en una camioneta Toyota Hilux negra; persiguieron durante seis cuadras a los ocupantes del Citroën C3 por Cabellera del Frío en dirección al Oeste. Les iban chocando el auto por detrás y mostrándoles armas de fuego. Cuando el Citroën giró hacia el Norte por Casimiro Gómez, disminuyeron la velocidad y comenzaron a disparar. Fueron entre 12 y 15 tiros. En ese lugar, Criminalística relevó 11 casquillos del calibre 9 milímetros y una vaina servida del calibre 3.80. El Citroën presentaba cuatro impactos: dos en la puerta trasera derecha y dos en la luneta.

Mauri destacó que dos balazos dieron en la puerta trasera derecha del auto en el que iban tres personas, y otros dos en la luneta que la hicieron estallar.

“Aun cuando observaron que ingresaba a Casimiro Gómez, desde Federico Romero, el taxi que conducía Sisterna, continuaron disparando. Y uno de los disparos impactó en el ojo derecho de Sisterna”, señaló la asistente fiscal.

Tras ello, la camioneta aceleró y escapó a toda velocidad por Cabellera del Frío hacia el Oeste.

Los acusadores señalaron que toda la evidencia fue recabada mediante numerosos testigos –incluso de los ocupantes del Citroën- y en los numerosos videos de cámaras de seguridad que reconstruyeron los movimientos de la camioneta.

El origen de la persecución

Según la acusación, el joven que manejaba el Citroën C3 de su madre habría reconocido a Sura como quien un rato antes le había roto la luneta del auto. Y, como lo conocía, lo fue a buscar para recriminarle ese hecho acompañado por tres amigos.

Tras ese encuentro, se habría generado la persecución entre la camioneta y el Citroën.

“Los ocupantes del auto declararon y reconocieron a los autores de los disparos. Uno de ellos está amenazado de muerte y con una custodia policial permanente en su domicilio”, reveló la fiscal Titanti.

Los tres presentaron coartadas

Los tres imputados, asistidos por la defensora pública Ivana Dal Bianco, dijeron no haber estado en el lugar ni en el momento de los hechos.

Fuentes Sáez dijo que en el momento de la balacera estaba esperando a su hermana en la puerta de la peluquería, ubicada en calle Entre Ríos.

Castillo señaló que cuando escuchó los tiros estaba a unas tres cuadras, en la casa de un amigo cuya madre es operadora de la empresa de taxi para la que trabajaba Sisterna.

Sura también se desentendió del episodio al afirmar que el 7 de agosto a esa hora estaba en la casa de un amigo en el barrio Z1.

Dal Bianco también presentó fotografías de una camioneta Toyota Hilux color negro, de propiedad de la hermana de Fuentes Sáez. Dijo que no se condice con la descripción hecha por la fiscalía en cuanto a que carece de calcomanías en los laterales y la jaula antivuelcos.

Pero, la fiscal Titanti apuntó que ese rodado “no fue secuestrado”, es decir que no tiene relación con el episodio. “La camioneta que describieron los testigos y que mostraron los videos fue secuestrada hace un par de horas en la casa de un amigo de Fuentes Sáez”, corrigió.

Finalmente solicitó una medida de coerción menos grave para sus imputados -"todos tienen arraigo", dijo-, consistente en la prisión domiciliaria.

“Una acusación sólida”

La jueza de Control destacó que la acusación presentada por la fiscalía cuenta con “cuatro testimonios categóricos” (los ocupantes del Citroën C3), que son quienes aportan una evidencia de calidad que ubican a las tres personas imputadas como coautores de ese hecho”.

“No fue un hecho casual ocurrido en la vía pública” dijo la magistrada, “sino que hubo un episodio previo y se registró una persecución con amenazas de muerte con armas y choques contra el auto, lo que evidencia que hubo una intención de cumplir esas amenazas”, agregó.

“Tuvieron un desprecio absoluto por la vida ajena; y esto está dado porque no es menor la cantidad de disparos en la vía pública y con muchas personas en la calle”, afirmó.

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