HABÍA SIDO TRASLADADO

Un cura anti gays y feministas, y una catarata de denuncias de abuso

"Ustedes, las mujeres, lo único que saben es comer, dormir y c...." cuentan que decía. Una joven denunció que la abusó sexualmente a los 13 años.
jueves, 20 de agosto de 2020 · 21:37

Una joven de 26 años denunció al sacerdote católico Raúl Anatoly Sidders por haberla abusado cuando ella cursaba la secundaria en la escuela San Vicente de Paul de la ciudad de La Plata. La acusación indica que los abusos se habrían producido entre los años 2004 y 2007, cuando la víctima tenía entre 11 y 14 años, aunque señala que el hecho de "abuso sexual agravado" ocurrió cuando la denunciante tenía 13 años. Ante la angustia, la adolescente dejó de ir al colegio. 

En los últimos días, una serie de declaraciones de distintas personas en las redes sociales, confirmaron que el "modus operandi" del clérigo era habitual: abusos sexuales, morbosidad, acosos, declaraciones misóginas y discriminatorias.

 

El periódico Prensa Obrera reflejó las denuncias expuestas en internet: "Ustedes, las mujeres, lo único que saben es comer, dormir y coger" dijo el "padre Raúl" entre risas, mientras se presentaba a una de las divisiones del secundario en ausencia de la profesora. "Eso fue en el primer día de clases. Quedé impactada", recuerda Antonia, exalumna del Colegio San Vicente de Paul de La Plata. Los exalumnos varones recuerdan al sacerdote del colegio como "Frasquito", el cura que les hacía preguntas fuera de lugar durante la confesión y los obligaba a masturbarse para guardarse su semen en frascos.

 

Actualmente Sidders dejó la ciudad de las diagonales a fines de junio último para dirigirse a la provincia de Misiones donde cumple funciones como secretario del obispo de la diócesis de Puerto Iguazú, Nicolás Baisi.

 

El fiscal de la causa es Álvaro Garganta, y el juez a cargo es Eduardo Luis Silva Pelossi. Grupos vinculados con las víctimas de abusos eclesiásticos buscan ahora reunir nuevos testimonios para incriminar a Sidders. Para ello se conformó un colectivo de ex alumnos, docentes y padres autoconvocados. Según los primeros testimonios recogidos en ese ámbito: "El uso de la confesión, impuesta de forma obligatoria con sumo interés en la indagación pormenorizada sobre la vida sexual de los y las alumnas es un sello que se repite en el relato que varias víctimas se animaron a contar después de varios años de silencio", explicaron.

 

Por su parte, el Arzobispado prefirió no responder a las acusaciones, ni a las consultas periodísticas. Sin embargo, en las redes, las denuncias continúan:

 

 

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