SECUESTRO DEL EMPLEADO JUDICIAL

Acusarán de femicidio a Colicheo, el secuestrador de Videla

La mujer ejecutada se llamaba Claudia Alejandra Casmuz, de 29 años, de Roca y ya dieron con los familiares.
miércoles, 10 de marzo de 2021 · 00:00

Las piezas del rompecabezas empiezan a encajar. Finalmente, tras un intenso trabajo de los forenses, se pudieron recuperar las huellas dactilares del cuerpo en avanzado estado de descomposición que fue hallado en el campo La Perseverancia de Casa de Piedra, en el mismo lugar donde fue encontrado el único detenido por el secuestro y desaparición del empleado judicial Javier Videla. El fiscal Luciano Garrido solicitó turnó para realizar la audiencia de formulación de cargo en el que acusará a Antonio Colicheo de femicidio.

No fue una tarea fácil identificar a la mujer ejecutada con la misma arma que le dispararon al novio del empleado judicial y la misma que dejó un proyectil incrustado en el auto en el que secuestraron a Videla. Tras cuatro días de intensos estudios y distintas prácticas para recuperar las huellas digitales, finalmente las impresiones pudieron ser subidas en el sistema nacional y el resultado llegó ayer pasado el mediodía.

A partir de allí la tarea del Ministerio Público estuvo abocada en encontrar a los familiares de la mujer ejecutada. Se supo que se llamaba Claudia Alejandra Casmuz y tenía 29 años, oriunda de Roca y que vivía en la zona norte de Roca. En todo momento se dejó en claro que no había denuncias sobre la desaparición de una mujer, y fueron algunos allegados directos que confirmaron que la víctima no tenía demasiada relación con sus parientes y que acostumbraba a desaparecer durante largos periodos.

El pasado viernes, durante una pericia balística, se determinó que el arma utilizada para ultimarla es la misma pistola 9 milímetros denunciada robada por un oficial retirado de la Policía del Neuquén. También con la que Colicheo intentó matar al novio de Videla, Julio Sánchez. Los proyectiles encontrados en la puerta del departamento, tienen similares características del plomo retirado del cráneo de la mujer. Además, las marcas que deja el caño son las mismas que tenía la bala incrustada en el parante del Chevrolet Vectra en el que el detenido se llevó al empleado judicial el jueves a las 0.30.

Según el informe que tiene en su despacho el fiscal Garrido, la pericia en el cuerpo de la mujer indica que fue ejecutada con un balazo en la cabeza que ingresó por la parte superior del hueso frontal, lo que indica que la víctima estaba por debajo de su atacante, de rodillas.

La mujer fue encontrada semi enterrada en el campo donde encontraron a Colicheo, tenía una buena parte de su cuerpo comida por los animales, en tanto que el resto se encontraba en un avanzado estado de descomposición. En el mismo allanamiento, se pudo encontrar ropa ensangrentada, la pistola 9 milímetros, el celular de Videla junto con la billetera y la riñonera que utilizaba permanentemente. Además, allí estaban las llaves del Vectra que misteriosamente apareció estacionado a la vuelta del departamento donde sucedió el secuestro.

Colicheo llegó al campo, a unos 75 kilómetros al norte de Roca, en un Chevrolet Agile, propiedad de la hermana de Videla, y que utilizaba el empleado judicial hasta que el hoy detenido le entregó el Vectra que estaba reparando.

Según el relato del novio del hombre desaparecido, el secuestro sucedió el jueves a las 0.30. Antes, Videla salió junto con Colicheo, al que le había encargado el arreglo de un auto, hacia Allen a buscar un vehículo. Cerca de las medianoche, regresó sólo el acusado y le dijo que Javier venía en camino. Mientras lo esperaban, ambos comieron algo en el interior del departamento y cuando se levantó para ir al baño, Colicheo salió del departamento. 

En la denuncia relata que desde el baño escuchó el ruido de la bocina de la alarma del auto y que cuando salió del departamento ve como Colicheo se sube al Vectra. En ese momento escucha un grito de Javier, que desde adentro del auto le dice "Julito, corré, metete en el departamento". Luego se escucharon dos disparos y el auto que salió a toda velocidad.

En el Vectra se encontraron muchísimas manchas de sangre, un disparo en un parante, vainas servidas de una pistola 9 milímétros y los anteojos de Videla tirados sobre la alfombra.

Pese a los rastrillajes permanentes, aún no logran dar con el empleado judicial desaparecido.

Mantenete informado todo el día. Escuchá AM550 La Primera aquí

Seguinos por la tele, en CN247 aquí

Comentarios