El gobierno de la provincia de Neuquén dispuso la expulsión lisa y llana de un ahora ex suboficial de policía, cuyos análisis evidenciaron consumo de alcohol y drogas. Lo que hizo fue aplicarle la destitución por cesantía.
En el expediente consta que el 29 de diciembre de 2021 le realizaron tanto un examen de screening de droga como de alcotest y que ambos arrojaron resultados positivos. Fue por eso que el 27 de diciembre de 2022, al término del proceso administrativo, la Jefatura de Policía le solicitó al Ejecutivo el despido del hasta entonces cabo primero (cuya identidad se preserva).
Según se indicó al respecto, ni bien se conocieron los resultados de los análisis, la dirección de Personal le hizo devolver el armamento reglamentario; y lo llamaron a prestar declaración indagatoria administrativa. Se presentó, pero se abstuvo a declarar.
También hubo un expediente en el que el fiscal y el defensor presentaron un acuerdo en el que reconocieron la responsabilidad del ex suboficial en la comisión de una falta muy grave a la ética policial. Al margen de ello, el sumario administrativo siguió adelante y decantó en la cesantía que se oficializó hace apenas unos pocos días.