Dieciocho años de impunidad: ¿Qué pasó con Otoño Uriarte?

Se cumplen 18 años de la desaparición de Otoño Uriarte, la joven de Fernández Oro que fue secuestrada en 2006 mientras regresaba a su hogar. Su historia, marcada por el dolor y la incertidumbre, sigue viva en la memoria colectiva de la comunidad.

Otoño, de tan solo 16 años, dejó su casa en la zona de chacras. Era temprano en la mañana, porque debía llevar a su hermano a la escuela. Ambos fueron en la misma bicicleta que dejó en la casa de una amiga. Luego de una jornada llena de actividades, se dispuso a regresar a su casa cerca de las 20.

Sin embargo, al encontrar que su bicicleta había sido robada, se vio obligada a continuar el camino a pie. Fue en el puente de la viña, cerca de las calles Río Negro y Kennedy, donde fue atacada, en un área que en aquel entonces era considerablemente menos urbanizada que hoy.

A lo largo de los años, el caso estuvo rodeado de múltiples versiones y especulaciones, pero recientemente se ha dado un avance significativo en la causa. Cuatro imputados, Ángel Germán Antilaf, José Hiram Jafri, Ricardo Néstor Cau y Maximiliano Manuel Lago, se encuentran próximos a enfrentar un juicio oral por el crimen.

La investigación revela que el secuestro fue meticulosamente planificado, con un enfoque particular en la bicicleta, que uno de los imputados se llevó para obligar a Otoño a regresar a casa caminando.

Los acusados, que eran ligeramente mayores que Otoño y que conocían a la joven, tenían vínculos con la zona. Uno de ellos residía a pocas cuadras del lugar donde ocurrió el ataque, lo que añade un contexto inquietante a la trama de este crimen.

El hallazgo del cuerpo de Otoño en la Usina el 30 en abril de 2007 dejó a la comunidad de Fernández Oro devastada, y desde entonces, sus familiares y amigos clamaron por justicia. El avance hacia el juicio oral de los imputados representa una luz de esperanza en la búsqueda de respuestas y el cierre para aquellos que aún luchan con la pérdida de la joven.

Muchas teorías y poco avance

Las versiones sobre la desaparición de Otoño fueron varias. La primera la impulsó el ex Jefe de Policía de Río Negro, hoy detenido, Víctor Cufré, quien aseguró en los medios que se había ido con un novio. Pero al pasar los días esa hipótesis se desvaneció y creció el repudio hacia el polémico policía.

Después, una supuesta grabación telefónica de una charla entre un comisario de Choele Choele y el dueño de un prostíbulo que decía, ante la llegada de nuevas chicas, "¿no será la piba de Fernández Oro?". Pero nunca se logró nada en relación a la vinculación con la trata.

Hace unos años una testigo protegida aseguró que sabía que Otoño había estado cautiva en Neuquén, donde la forzaban a prostituirse. Pero no hubo mayores avances.

La aparición del cuerpo de Otoño, muerta en El 30, también generó preguntas. Es que si realmente hubiese estado cautiva por una red de trata, para qué sus captores se arriesgarían a llevar su cuerpo nuevamente a Fernández Oro y tirarla al canal.

Otro detalle, cuando el cuerpo fue tirado, el riego estaba cortado, por lo que la presión del agua fue mucho menor y eso permitió que se encuentren los restos casi intactos.

La familia reconoció que era Otoño por un colgante de Los Piojos que tenía en el cuello. La ropa interior estaba colocada y eso permitió que se recogieran vellos púbicos. Por falta de presupuesto solo se analizaron genéticamente algunos. Los resultados de esos pocos ADN no fueron compatibles con los acusados. 

La causa está pronta a llegar a juicio. Durante todos estos años la Justicia intentó mantenerla abierta después de una paupérrima primera etapa a cargo de la jueza María del Carmen García García, destituida por juri que luego le ganó un juicio millonario al Estado provincial por el estrés sufrido al ser la única jueza penal en la Cuarta Circunscripción por varios años, sin posibilidad de gozar de fines de semana y vacaciones.