LA CASA DEL HORROR
"Me mandé un moco": mató a madre, hijo y apuñaló a un bebé
Un crimen impresionante es investigado en Florencio Varela. Un bebé estuvo con un cuchillo clavado más de 12 horas, llorando.Camila Nahir Acosta tenía 22 años. Su hijo, Nehuén Valentín, cuatro. Ambos fueron encontrados muertos, asesinados, en una vivienda de la localidad bonaerense de Bosques, partido de Florencio Varela. En el mismo lugar fue hallado un bebé de 7 meses, herido, apuñalado. Una escena plena de horror, que todavía era investigada a fondo cuando se escribía esta nota.
El horror fue descubierto anoche, en una casa situada en la calle Lobos al 2800. El hallazgo ocurrió alrededor de las 22, después que familiares de Camila fueron a la casa, ya que no respondía a los llamados.
El primer familiar que ingresó a la vivienda encontró una escena tremenda. El cuerpo de Camila y de su hijo de cuatro años, y el bebé de solo siete meses de la víctima, llorando con un cuchillo clavado en el pecho.
El niño fue trasladado de urgencia en un auto particular, al hospital Mi Pueblo. Este sábado por la tarde seguía internado en terapia intensiva.
El médico legista que revisó los cadáveres estableció que ambos tenían signos de ahorcamiento y que el chico tenía golpes en el rostro. La fiscal Vanesa Maiola dispuso que esta tarde se realizaran las autopsias. Los peritos estimaron que hacía unas doce horas que ambos estaban fallecidos; por lo que se dedujo también que el bebé estuvo esas mismas horas con el cuchillo clavado en su pecho.
Maiola recibió los informes preliminares de las necropsias y en el caso de Acosta se estableció que sufrió heridas de arma blanca y que fue ahorcada, además de haber sido abusada sexualmente. El niño, se confirmó, fue ahorcado...no pudo determinarse todavía si también fue abusado.
Los investigadores se entrevistaron con los vecinos y familiares de Acosta y señalaron a un sospechoso que aparentemente había estado en la vivienda hasta las 2 de la madrugada. Con esos datos, la policía detuvo a Aníbal Mansilla, de 29 años, tras un allanamiento en el complejo de viviendas de monoblocks conocido como barrio Pepsi, en Florencio Varela.
Los voceros aseguraron que el joven les dijo a los policías que se mandó "un moco" y que no sabía porque lo hizo.
La funcionaria judicial procuraba confirmar si el acusado tenía una relación sentimental con la víctima o si solamente eran conocidos.