Un niño de un año y medio murió este martes tras caer desde un octavo piso por el hueco de un ascensor en un edificio ubicado sobre avenida Avellaneda al 2400, en el barrio porteño de Flores. El menor se encontraba con su familia cuando ocurrió el accidente.
Voluntarios de Jevra Hatzalah fueron los primeros en asistirlo hasta la llegada del SAME, Bomberos de la Ciudad y efectivos de la Comisaría Vecinal 7 C. A pesar de las maniobras de reanimación que continuaron durante su traslado al Hospital Álvarez, los médicos confirmaron el fallecimiento por politraumatismos y paro cardíaco.
La Fiscalía Criminal y Correccional 12 dispuso la intervención de la Unidad Criminalística Móvil, que realizó peritajes y relevó el estado del ascensor. Los primeros informes indican que el equipo —con puertas de apertura manual— funcionaba correctamente al momento del hecho.
Una de las hipótesis que analiza la Justicia señala que el niño habría intentado salir primero del ascensor, sin advertir que la cabina había sido solicitada desde otro piso, lo que habría dejado un pequeño espacio entre el palier y el elevador.
Mientras se esperan definiciones más precisas, la familia recibe contención psicológica por parte de un equipo especializado debido al fuerte impacto emocional del episodio.