La mujer dormía tranquila en el ómnibus en el que viajaba, hasta que un perro -adiestrado, de la policía- cambió su destino por otro no tan grato: es que llevaba en su equipaje seis kilos de marihuana, en una modalidad de micro-trafico de drogas que sigue muy vigente, y que sólo se descubre cuando, como en este caso, se interviene en el viaje con algún tipo de control específico.
El caso en cuestión ocurrió en el kilómetro 1324 de la Ruta 9, en el departamento Trancas. Allí, personal de la Policía Federal detuvo la marcha de un ómnibus de larga distancia proveniente de Jujuy y con destino a la ciudad de Mendoza. La policía revisó la bodega del colectivo en el que se guarda el equipaje, y allí, un perro entrenado, Rocco, encontró rápidamente el bolso culpable: lo abrieron y había varios panes prolijamente envueltos en celofán, que contenían cannabis sativa.
Tras el hallazgo, fue fácil encontrar al pasajero dueño del bolso en cuestión: una mujer de 31 años, que había ascendido al ómnibus en Salta, y que había despertado al detenerse el colectivo, entrando rápidamente en un sugestivo estado nervioso, tal vez intuyendo que su destino estaba marcado, sellado y decidido.
La mujer tenía pasaje hasta Catamarca, y ahora la policía federal investiga en el lugar del destino, con el propósito de descubrir la red narco que tenía en uso esa ruta.
La investigación está a cargo del Juzgado Federal N° 2 de Tucumán, a cargo de José Manuel Díaz Vélez, con intervención de la Secretaría de Leyes Especiales de Ramón Zelaya. La mujer quedó imputada por violar la Ley Nacional de Estupefacientes 23.737.