Un accidente que pudo terminar en desastre
Ocurrió cerca del mediodía, cuando el tránsito comienza a intensificarse y los alrededores de las escuelas suelen estar llenos de familias. En barrio Progreso, el conductor de una Chevrolet S10 perdió el control de su camioneta tras quedarse sin frenos, y el desenlace fue impactante: terminó incrustado en el cierre perimetral de la Escuela N 256, sobre calle Antártida Argentina al 2600, casi esquina Manuel Rodríguez.
La camioneta circulaba a velocidad considerable, según testigos del lugar. Al quedarse sin frenos, retrocedió descontroladamente, se subió a la vereda, derribó un cartel señalizador y luego impactó contra un muro de cemento de un metro de alto con rejas metálicas. La fuerza fue tal que la trompa del vehículo se metió dentro del patio escolar, atravesando el límite entre la calle y el espacio educativo.
El milagro del mediodía: no hubo heridos
Lo más llamativo y afortunado fue que, pese a lo aparatoso del siniestro, no hubo personas heridas. Al momento del impacto, no había alumnos ni docentes en la zona del patio donde ingresó la camioneta, lo que evitó una tragedia.
Personal de Tránsito municipal, con el funcionario Francisco "Pancho" Baggio presente en el operativo, trabajó en el lugar para ordenar la circulación y determinar las causas del siniestro. También se verificó que el conductor estaba ileso, aunque la camioneta quedó con importantes daños en su parte delantera.
El video del impacto generó revuelo
Minutos después del hecho, imágenes del accidente comenzaron a circular por redes sociales y grupos de WhatsApp, generando una ola de comentarios entre vecinos de la zona y padres de estudiantes de la escuela afectada.
Aunque se trató de un hecho aislado, la escena encendió las alarmas sobre la necesidad de mayor control mecánico en vehículos que transitan por zonas escolares. También puso sobre la mesa el debate sobre el estado de las calles y las pendientes pronunciadas que, ante fallas técnicas, pueden derivar en situaciones de alto riesgo.
El incidente quedó registrado como uno de los sustos del día en Neuquén capital, y afortunadamente, solo fue eso: un susto. Pero la postal de una trompa dentro del patio escolar no se olvidará fácilmente.