Un violento episodio ocurrido en junio en la ciudad de Neuquén tuvo este viernes su resolución judicial: Francisco Clodomiro Hernández fue condenado a 4 años y 10 meses de prisión efectiva, tras reconocer una seguidilla de delitos que incluyeron un ataque armado, amenazas, huida, posesión de drogas y encubrimiento.
El acuerdo fue presentado durante una audiencia ante la jueza de garantías Natalia Pelosso, con la participación de la fiscal del caso Silvia Moreira y el asistente letrado Emilio Briguglio. Hernández admitió su responsabilidad penal por todos los hechos, y la jueza homologó la condena, dando inicio inmediato a la ejecución de la pena.
Los hechos ocurrieron el 12 de junio cerca de las 5:45, cuando el condenado llegó en una motocicleta junto a su pareja a la esquina de calles Antártida Argentina y Manuel Rodríguez. Allí, abrió fuego contra una mujer y su hijo, además de otras personas presentes. La víctima recibió tres disparos: uno en cada pierna y otro en un tobillo; su hijo fue alcanzado por un balazo en el pie.
Hernández y su pareja escaparon del lugar en la moto, que resultó ser robada. En la huida, al llegar a Kilka y Huilen, chocaron contra un auto. La conductora del vehículo descendió para asistirlos, pero el hombre la amenazó con un arma de fuego y la obligó a llevarlos en su vehículo.
Durante el trayecto, la mantuvo bajo amenaza, hasta que la mujer, al ver un patrullero en la intersección de Lagos del Sur y Pérez Novella, detuvo el auto y pidió ayuda desesperadamente. Los policías intervinieron de inmediato y redujeron a Hernández, quien tenía 50 gramos de cocaína y dos cartuchos entre sus ropas. El arma fue recuperada posteriormente en poder de su pareja.
La calificación legal incluyó los delitos de abuso de arma, portación ilegal de arma de fuego de guerra, amenazas coactivas agravadas, tenencia de estupefacientes y encubrimiento por receptación dolosa, todo en concurso real y en carácter de autor. Además, deberá pagar una multa superior a los 600 mil pesos conforme lo establece la Ley de Estupefacientes.
La peligrosidad de la conducta, la portación de droga y el nivel de violencia ejercido hicieron que la fiscalía solicitara una pena efectiva, la cual comenzó a cumplirse desde el mismo viernes.