La sala de audiencias de Villa Regina fue escenario de un estremecedor alegato. La fiscalía no dejó dudas: exigió 10 años de prisión efectiva para un hombre que, según la acusación, abusó sexualmente de una niña en el marco de la convivencia familiar, entre 2018 y 2019, en una chacra de la ciudad.
Los testimonios de la titular de la Oficina de Atención a la Víctima (OFAVI) y de la trabajadora social forense apuntalaron la gravedad del hecho. Según la acusación, el imputado aprovechó momentos de soledad con la menor, se valió de la confianza que le daba el vínculo y luego le ordenó callar, imponiéndole un silencio que recién se rompió cuando la pequeña habló con su madre.
En su alegato, el fiscal del caso fue tajante: “La niña sufrió angustia, retraimiento y tristeza. El daño no es efímero, perdura en el tiempo”. La requisitoria incluyó no solo la pena de prisión, sino también la inscripción del acusado en el Registro Provincial de Condenados por Delitos contra la Integridad Sexual (ReProCoInS).
La defensa, en cambio, jugó su última carta: pidió la pena mínima y planteó que no todas las circunstancias relatadas pudieron probarse. La tensión quedó instalada en la sala: la decisión final está ahora en manos del Tribunal Colegiado.
El caso conmociona a Regina por la crudeza del relato y la corta edad de la víctima, que tenía apenas 6 y 7 años cuando habrían ocurrido los abusos. La sentencia será leída este viernes a las 12, y podría marcar un precedente fuerte en la región frente a los delitos sexuales intrafamiliares.