Este martes se llevó adelante la audiencia para formularle cargos a la madre del nene de 8 años que el domingo pasado, ingresó al hospital Dr. Horacio Heller, para luego ser trasladado al Castro Rendón, con un cuchillo clavado en su cabeza. La mujer había estado demorada hasta ese momento, pero quedó en libertad, pero se le impusieron pautas de restricción y definieron cuatro meses para continuar investigando. Los cargos que se le imputaron fueron lesiones agravadas por el vínculo y por haber sido cometidas con alevosía. Ya había sido denunciada por maltrato infantil desde la Defensoría del Niño y la Niña.
La fiscal del caso Silvia Moreira, que trabajó en el caso junto a la asistente letrada Galia Borelli, detalló los hechos y explicó que la agresión fue cuando ambos se estaban preparando para ir al río. “La imputada, valiéndose de su superioridad física y etaria y aprovechando el estado de indefensión del niño, lo golpeó fuertemente con una bolsa”, dentro de la cual había elementos, entre los que se hallaba "un cuchillo tipo tramontina", que se incrustó en el cráneo del menor.
El niño ingresó al Castro Rendón con un “trauma penetrante de parietal izquierdo con arma blanca con compromiso de duramadre”, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
Por el riesgo de que la mujer entorpezca la investigación, ya que podría ejercer influencia sobre el relato de su hijo, impusieron medidas cautelares que implican la restricción de acercamiento y contacto por 2 meses, hasta que la víctima pueda ser evaluada para dar su testimonio mediante Cámara Gesell.
La defensora de Niñez y Adolescencia adhirió a los planteos que hizo la fiscalía, en tanto que el magistrado dio por formulados los cargos y aceptó las restricciones en los términos que requirió la fiscal del caso y la asistente letrada.
Una tarde de río que terminó de forma traumática
"Yo te dije que no me tenías que pegar", fue lo que escucharon algunos vecinos de Villa Ceferino, cuando el propietario del monoambiente en el que vive el menor y su madre se dispuso a trasladarlo al hospital, luego de escuchar griterío. Ambos estaban preparando todo para ir al río a pasar un día por demás caluroso.
De la audiencia se desprendió que había una bolsa con galletitas que debían llevar al río, y otra con cubiertos. La segunda sería la que la madre le arrojó al niño -supuestamente por error-, por lo que uno de los cubiertos terminó incrustado en el cráneo del menor.
También se habló de una denuncia que llegó desde la Defensoría del Niño y la Niña con fecha de 2022, por hechos de maltrato físico. En ese sentido, las hermanas de la mujer aseguraron que se trata de una persona "impulsiva" y confiaron que en ocasiones habían visto marcas en su cuerpo.
Aseguraron que la mujer no llevaba al menor a los controles ni estudios médicos, y también que el niño hacía tareas de limpieza y cocina en el seno de la vida familiar.