Una noche fuera de control
Lo que comenzó como una convocatoria por redes sociales terminó en una madrugada marcada por el miedo, la bronca y el repudio. Más de 200 motos circularon de forma temeraria por distintos puntos de la ciudad, con epicentro en la Plaza de las Banderas y la zona de la avenida Argentina.
Las motos coparon la Plaza de las Banderas, la Diagonal 9 de Julio y la avenida Argentina. Circularon a gran velocidad, cruzaron semáforos en rojo, subieron a veredas y bulevares y avanzaron sin ningún tipo de control, mientras vecinos y automovilistas quedaban atrapados en medio del descontrol.
El saldo fue alarmante: motos incendiadas, ruidos ensordecedores, circulación en contramano, cruces de semáforos en rojo, circulación por veredas y bulevares, discusiones con vecinos y daños materiales. Incluso murieron dos perros.
“Esto ya no es una juntada, es un delito”
En diálogo con la AM550, el subsecretario de Ambiente y Protección Ciudadana, Francisco Baggio, fue contundente sobre lo ocurrido.
“Fuimos superados por esta juntada que ya se convierte en un delito. Es premeditado, hay una persona que conduce un grupo de motoqueros”, afirmó.
El funcionario detalló que no se trató de un encuentro espontáneo:
“Esto no es un grupo de egresados que festejan fin de año. Es una convocatoria organizada para generar ruidos molestos y conducir de forma temeraria”, aseguró.
Motos incendiadas y escenas de alto riesgo
Durante la madrugada, dos motocicletas se prendieron fuego: una en Plaza de las Banderas y otra en la Diagonal 9 de Julio. Ambos hechos están siendo peritados por la Policía. Las pericias policiales buscan determinar el origen de los focos ígneos y el estado de los rodados.
El subsecretario advirtió además sobre el peligro mecánico:
“El motor y el caño de escape tienen tal temperatura que cualquier desperfecto hace que se prenda fuego la moto”, ejemplificó.
Incendios, corridas y peligro real
Durante el operativo se registraron episodios de extrema gravedad. Dos motocicletas se incendiaron en distintos puntos del centro, obligando a la intervención de bomberos en plena madrugada. Las pericias policiales buscan determinar el origen de los focos ígneos y el estado de los rodados.
El ruido ensordecedor de los escapes libres, las maniobras temerarias y la circulación en masa generaron escenas de angustia y enojo entre quienes se encontraban en la vía pública.
Corridas, destrozos y miedo en la calle
Según relató el funcionario, tras concentrarse, los grupos bajaron a toda velocidad desde la barda hacia el río por la avenida Argentina.
“En ese recorrido no respetan leyes de tránsito, ni semáforos, ni a otros vehículos. Pasan por arriba del boulevard, por las veredas, patean puertas, rompen espejos, discuten con vecinos y los enfrentan”, enumeró.
La situación generó escenas de angustia entre automovilistas y peatones que quedaron atrapados en medio del descontrol.
Inspectores desbordados y un límite claro
El Municipio había desplegado un operativo preventivo con 50 inspectores de tránsito, ante la advertencia de una posible juntada. Sin embargo, la cantidad de motos superó cualquier previsión.
Desde el área de Ambiente y Protección Ciudadana reconocieron que la masividad del evento dejó en evidencia las limitaciones de los controles contravencionales frente a este tipo de prácticas organizadas y violentas.
“Fuimos literalmente pasados por arriba. Un inspector de tránsito no tiene poder de policía, no puede perseguir a una moto”, lamentó Baggio.
En ese contexto, la intervención de la Policía fue clave para dispersar a los grupos más peligrosos y evitar que el caos se extendiera durante horas.
La intervención de la Policía fue clave para dispersar a los grupos más violentos.
Secuestros, multas y antecedentes
Como resultado del operativo, 35 motocicletas fueron retenidas. Las infracciones detectadas implican multas que rondan 1.200.000 pesos, principalmente por escape libre y conducción temeraria.
Desde el Municipio advirtieron que muchos de los involucrados son reincidentes y que las sanciones contravencionales ya no resultan disuasivas frente a este tipo de conductas.
“Compactamos por año casi 1.500 motos, muchas tienen que ver con esto. Sin embargo, roban o compran otra moto y siguen”, advirtió el funcionario.
La Justicia, en el centro de la respuesta
Ante la gravedad de lo ocurrido, el Municipio confirmó que avanzará con presentaciones judiciales para identificar a los organizadores.
“Vamos a pedir a la fiscalía que investigue quiénes son los promotores de estas juntadas y que los metan presos”, sostuvo Baggio.
Además, adelantó que se utilizarán cámaras municipales y policiales:
"Lo que vamos a hacer a raíz de este último evento tan violento es hacer una presentación en la Justicia para que investigue quienes son los promotores de estas juntadas, que hagan las diligencias necesarias a través de las redes sociales y con una investigación competente para dar con las personas que promueven estos delitos y que los metan presos”, dijo tajante, Baggio.
Y fue más alla:
“Vamos a chequear todas las patentes y generar contravenciones de oficio para complementar la investigación judicial”, advirtió.
Al respecto, Baggio contó que este lunes está pautada una reunión entre Tránsito, la Policía, la Justicia de Faltas y el área de modernización, que manejan el sistema de cámaras, para abordar esta problemática de una forma más integral y contundente.
"Vamos a hacer las averiguaciones necesarias para complementar a la justicia quienes son estas personas que se dedica a generar estos disturbios”, adelantó.
Un llamado que incomoda
Baggio también apuntó contra la naturalización de estas conductas violentas por parte de una sociedad que, si bien está cansada de este tipo de prácticas, en muchos casos festejó y bromeó con los hechos de violencia que se desplegaron en las calles.
“Hay muchos jóvenes filmando como si fuera una gracia, y eso también nos preocupa”, dijo.
Una ciudad que dijo basta
La madrugada dejó una sensación amarga en Neuquén. No fue una fiesta, ni una celebración, ni una expresión cultural. Fue una demostración de violencia vial que puso en riesgo vidas.
Ahora, con controles reforzados y la Justicia en marcha, el foco está puesto en frenar una práctica que desbordó todos los límites y que generó un rechazo transversal entre vecinos y vecinas de la ciudad.