NEUQUEN
Estudio del empleo en el interior de la provincia
La mayoría de los trabajadores de las principales localidades neuquinas son varones jóvenes de entre 30 y 35 años asalariados que se desempeñan en empresas privadas como operarios.
Neuquén.- Los datos surgen de un estudio realizado por la dirección de Estadística y Censos de la provincia titulado "Las mujeres y los jóvenes ocupados” sobre la base de datos de la Encuesta Permanente de Hogares entre 2003 y 2012.
En las localidades del interior de la provincia, la población económicamente activa está constituida en su mayoría por varones jóvenes de entre 30 y 35 años que se desempeñan en empresas privadas como asalariados y desarrollan tareas operativas para las que fueron capacitados específicamente o cuyos conocimientos fueron adquiridos por la experiencia de trabajo previa.
En Rincón de los Sauces y Buta Ranquil, dos de cada diez trabajadores tienen esa edad y cuatro de cada diez están entre los 30 y los 41 años, mientras que en el conglomerado Cutral Co-Plaza Huincul el 17,1 por ciento tiene entre 30 y 35 años y el 33,6 por ciento está entre los 30 y los 41 años.
En tanto, las mujeres evidencian una menor participación en el empleo, ya su tasa de actividad llega a un techo del 44,3 por ciento en la zona norte desde un piso del 32,7 por ciento registrado en la zona petrolera de Pehuenches. Es decir, que algo más de cuatro de cada diez puestos de trabajo en la zona norte son ocupados por mujeres, en tanto que en las áreas petroleras se ocupan poco más de tres trabajadoras de cada diez empleos. Las localidades donde la actividad petrolera, la frutihorticultura y el comercio son las principales, registran un menor protagonismo de las mujeres en el mundo del trabajo.
Los datos, que corresponden al período comprendido entre 2003 y diciembre de 2012, fueron tomados de la Encuesta Permanente de Hogares y figuran en un análisis titulado "Las mujeres y los jóvenes ocupados. El empleo en el interior de la provincia en la última década”, elaborado por un equipo de profesionales de la dirección provincial de Estadística y Censos.
Para el relevamiento se definieron seis zonas: la primera que incluye la "comarca petrolera” tradicional, es decir, Cutral Co y Plaza Huincul; la segunda Zapala –zona centro-; la tercera abarca el sur –San Martín y Junín de los Andes y Villa La Angostura-; la cuarta –norte- abarca Las Lajas, Loncopué, Aluminé, El Huecú, Chos Malal y Andacollo; la quinta, que incluye Centenario, Vista Alegre, Añelo y San Patricio del Chañar y, finalmente, la sexta corresponde al departamento Pehuenches –Rincón de los Sauces y Buta Ranquil-.
En una primera aproximación, la estadística coincide con las principales actividades económicas según el Producto Bruto Geográfico de la provincia, ya que la explotación de minas y canteras –que incluye la hidrocarburífera- asciende al 40 por ciento. También se relaciona con la intensificación de la actividad productiva en la zona de San Patricio del Chañar y Añelo –bodegas, desarrollo de la vitivinicultura- y con el incremento de la oferta turística –con el correspondiente refuerzo de la infraestructura- en la zona sur de la provincia.
De acuerdo con el informe, en la década se produjeron cambios no sólo en cuanto al crecimiento demográfico sino también en lo relativo a la principal actividad desarrollada por localidad o por zona. Por caso, en Cutral Co y Plaza Huincul la producción de hidrocarburos y derivados fue sustituida paulatinamente por el sector comercial y terciario de la economía.
En Zapala, se mantienen las actividades terciarias como fundamento del desarrollo económico –administración pública y comercio- y en tercer término, la construcción. La importancia del comercio radica en que esa ciudad constituye un nudo de distribución del transporte de mercaderías en la provincia y desde y hacia Chile. En la zona sur, en tanto, se concentra la mayor oferta turística de Neuquén en cuanto a alojamiento, gastronomía, deportes y recreación, y comercio relacionado con el turismo.
En la zona norte, más de la mitad de la población ocupada desempeña tareas en la administración pública, servicios de salud y educación y, en segundo término, en actividad comercial.
La actividad primaria -frutihortícola y vitivinícola-, complementada con producción hidrocarburífera, es la nota distintiva del área comprendida por Centenario, Vista Alegre, Añelo y San Patricio del Chañar, en tanto que Rincón de los Sauces y Buta Ranquil recibieron un notable impulso del comercio, la educación y servicios de salud a partir del incremento sostenido de la actividad petrolera.
En cuanto a dinámica poblacional, en Rincón de los Sauces se suman al año alrededor de 70 habitantes por cada mil que ya residen en esa ciudad, mientras que el crecimiento anual de San Patricio del Chañar es de 55 personas cada mil que viven en el lugar. Ambas encabezan el aumento promedio de 20 residentes nuevos por año cada mil habitantes
que se registra en las poblaciones del interior de la provincia excluida la capital.
En las seis zonas en estudio, más del 40 por ciento de la población está constituida por niños y jóvenes, y en la comarca petrolera y Zapala se concentra la población de mayor edad –un 8 por ciento son adultos mayores de 65 años-.
Como se dijo, los trabajadores asalariados en empresas privadas son mayoría –entre siete y ocho de cada diez ocupados en 2012-, y aumentaron paulatinamente en la década en paralelo con el incremento de la tasa de empleo respectivo. En segundo término se encuentran los cuentapropistas –quienes desarrollan su actividad mediante su trabajo personal, sin empleados asalariados y con sus propias maquinarias, instalaciones o instrumental-. Este sector, en 2012 osciló entre el 13 y el 20 por ciento. El tres por ciento está representado por los patrones.
En la zona sur se registraron cambios importantes: un crecimiento en los asalariados de casi diez puntos porcentuales y un paralelo descenso de 6,7 por ciento en los cuentapropistas y 2,2 por ciento en los patrones.
Si bien los trabajadores calificados de operativos encabezan la ocupación de puestos de empleo, en segundo lugar figuran los trabajadores no calificados, luego los técnicos y finalmente los profesionales.
Sin embargo, desde 2003 y a medida que avanza la década se reduce la proporción de trabajadores no calificados y el relativo aumento de los que realizan tareas operativas, lo cual evidencia "un proceso de complejización en las tareas ofrecidas en el mercado de trabajo”.
En las localidades del interior de la provincia, la población económicamente activa está constituida en su mayoría por varones jóvenes de entre 30 y 35 años que se desempeñan en empresas privadas como asalariados y desarrollan tareas operativas para las que fueron capacitados específicamente o cuyos conocimientos fueron adquiridos por la experiencia de trabajo previa.
En Rincón de los Sauces y Buta Ranquil, dos de cada diez trabajadores tienen esa edad y cuatro de cada diez están entre los 30 y los 41 años, mientras que en el conglomerado Cutral Co-Plaza Huincul el 17,1 por ciento tiene entre 30 y 35 años y el 33,6 por ciento está entre los 30 y los 41 años.
En tanto, las mujeres evidencian una menor participación en el empleo, ya su tasa de actividad llega a un techo del 44,3 por ciento en la zona norte desde un piso del 32,7 por ciento registrado en la zona petrolera de Pehuenches. Es decir, que algo más de cuatro de cada diez puestos de trabajo en la zona norte son ocupados por mujeres, en tanto que en las áreas petroleras se ocupan poco más de tres trabajadoras de cada diez empleos. Las localidades donde la actividad petrolera, la frutihorticultura y el comercio son las principales, registran un menor protagonismo de las mujeres en el mundo del trabajo.
Los datos, que corresponden al período comprendido entre 2003 y diciembre de 2012, fueron tomados de la Encuesta Permanente de Hogares y figuran en un análisis titulado "Las mujeres y los jóvenes ocupados. El empleo en el interior de la provincia en la última década”, elaborado por un equipo de profesionales de la dirección provincial de Estadística y Censos.
Para el relevamiento se definieron seis zonas: la primera que incluye la "comarca petrolera” tradicional, es decir, Cutral Co y Plaza Huincul; la segunda Zapala –zona centro-; la tercera abarca el sur –San Martín y Junín de los Andes y Villa La Angostura-; la cuarta –norte- abarca Las Lajas, Loncopué, Aluminé, El Huecú, Chos Malal y Andacollo; la quinta, que incluye Centenario, Vista Alegre, Añelo y San Patricio del Chañar y, finalmente, la sexta corresponde al departamento Pehuenches –Rincón de los Sauces y Buta Ranquil-.
En una primera aproximación, la estadística coincide con las principales actividades económicas según el Producto Bruto Geográfico de la provincia, ya que la explotación de minas y canteras –que incluye la hidrocarburífera- asciende al 40 por ciento. También se relaciona con la intensificación de la actividad productiva en la zona de San Patricio del Chañar y Añelo –bodegas, desarrollo de la vitivinicultura- y con el incremento de la oferta turística –con el correspondiente refuerzo de la infraestructura- en la zona sur de la provincia.
De acuerdo con el informe, en la década se produjeron cambios no sólo en cuanto al crecimiento demográfico sino también en lo relativo a la principal actividad desarrollada por localidad o por zona. Por caso, en Cutral Co y Plaza Huincul la producción de hidrocarburos y derivados fue sustituida paulatinamente por el sector comercial y terciario de la economía.
En Zapala, se mantienen las actividades terciarias como fundamento del desarrollo económico –administración pública y comercio- y en tercer término, la construcción. La importancia del comercio radica en que esa ciudad constituye un nudo de distribución del transporte de mercaderías en la provincia y desde y hacia Chile. En la zona sur, en tanto, se concentra la mayor oferta turística de Neuquén en cuanto a alojamiento, gastronomía, deportes y recreación, y comercio relacionado con el turismo.
En la zona norte, más de la mitad de la población ocupada desempeña tareas en la administración pública, servicios de salud y educación y, en segundo término, en actividad comercial.
La actividad primaria -frutihortícola y vitivinícola-, complementada con producción hidrocarburífera, es la nota distintiva del área comprendida por Centenario, Vista Alegre, Añelo y San Patricio del Chañar, en tanto que Rincón de los Sauces y Buta Ranquil recibieron un notable impulso del comercio, la educación y servicios de salud a partir del incremento sostenido de la actividad petrolera.
En cuanto a dinámica poblacional, en Rincón de los Sauces se suman al año alrededor de 70 habitantes por cada mil que ya residen en esa ciudad, mientras que el crecimiento anual de San Patricio del Chañar es de 55 personas cada mil que viven en el lugar. Ambas encabezan el aumento promedio de 20 residentes nuevos por año cada mil habitantes
que se registra en las poblaciones del interior de la provincia excluida la capital.
En las seis zonas en estudio, más del 40 por ciento de la población está constituida por niños y jóvenes, y en la comarca petrolera y Zapala se concentra la población de mayor edad –un 8 por ciento son adultos mayores de 65 años-.
Como se dijo, los trabajadores asalariados en empresas privadas son mayoría –entre siete y ocho de cada diez ocupados en 2012-, y aumentaron paulatinamente en la década en paralelo con el incremento de la tasa de empleo respectivo. En segundo término se encuentran los cuentapropistas –quienes desarrollan su actividad mediante su trabajo personal, sin empleados asalariados y con sus propias maquinarias, instalaciones o instrumental-. Este sector, en 2012 osciló entre el 13 y el 20 por ciento. El tres por ciento está representado por los patrones.
En la zona sur se registraron cambios importantes: un crecimiento en los asalariados de casi diez puntos porcentuales y un paralelo descenso de 6,7 por ciento en los cuentapropistas y 2,2 por ciento en los patrones.
Si bien los trabajadores calificados de operativos encabezan la ocupación de puestos de empleo, en segundo lugar figuran los trabajadores no calificados, luego los técnicos y finalmente los profesionales.
Sin embargo, desde 2003 y a medida que avanza la década se reduce la proporción de trabajadores no calificados y el relativo aumento de los que realizan tareas operativas, lo cual evidencia "un proceso de complejización en las tareas ofrecidas en el mercado de trabajo”.