La noche de los Pehuén 2025 tiene un espacio reservado para los reconocimientos especiales, galardón que en esta temporada recayó sobre el árbitro de fútbol Darío Herrera, el oriundo de la localidad neuquina de Andacollo que por motivos personales se ausentó de la velada en la Isla 132 de la capital provincial y hace pocos días dirigió la final de la Copa Libertadores de América entre Flamengo (campeón) y Palmeiras.
Hace pocos días, apenas arribado a su casa familiar desde la capital peruana de Lima, sede del decisivo partido que consagró a la institución de Río de Janeiro, un duelo totalmente brasileño, uno de los protagonistas del partido del año habló con el programa “Grito Sagrado” de Prima Multimedios, a cargo de la transmisión oficial de los premisos, y contó algunas intimidades de esa tarde.
“Hubo mucha preparación física y mental para ese partido. Uno es consciente de la magnitud de cada juego, pero siempre me manejé igual, los jugadores merecen todos el mismo respeto de mi parte, sea la categoría que sea”, expresó.
Más de dos décadas
Árbitro internacional, la posibilidad de dirigir el cruce más importante del continente le llegó después de 22 años de trayectoria en el arbitraje, desde la Liga de Lincoln, donde forjó su carrera inicial, pasando por el ascenso hasta terminar en los primeros planos de América.
Partidos de eliminatorias, Copa Libertadores, Sudamericana, Súperclasicos entre Rver y Boca duelos picantes en el ascenso nacional forman parte de una nómina que ha ido creciendo hasta ponerlo en un sitio destacadísimo, con 40 años de edad. Lo único pendiente a nivel arbitraje ha sido la presencia en la Copa del Mundo.
Todo eso para un reconocimiento especial en su tierra de origen, a la que dejó hace muchos años en búsqueda de un sueño, recibiéndose también como profesor de educación física.