Estas estadísticas tienen varias explicaciones, una de ellas es que muchos de los adictos no cuentan con recursos económicos necesarios para acceder a la atención privada. Otro factor es que las empresas petroleras han incrementado el control sobre el consumo de drogas de sus empleados, a diferencia de años anteriores cuando se trataba de mantener esa realidad escondida. Ello naturalmente ha impulsado la necesidad de superar la adicción.
"La recuperación de una persona que consume es compleja porque en realidad en un grupo familiar que una o dos integrantes consuma es sólo el síntoma de conflictos que incluye a todos y muchos no pueden hacrese cargo. No se trata de que una persona consuma sino que de una familia en su conjunto pueda ver el problema, asumir que hay que hacer cambios", explicó Pérez.
Es sabido que las familias petroleras tienen una vida diferente a los demás, porque el padre de familia pasa varios días fuera de su casa. "En realidad es sólo un condimento más, se puede adaptar el trabajo de terapia a los horarios, hay varias familias en proceso y lo pueden resolver bien", consideró el operador del Centro de Rehabilitación Persistir.
Fuente:cutralcoalinstante