Por ese motivo, en el día de hoy, personal operativo y guardia de reclamo, se dirigieron hasta el lugar en tres oportunidades para realizar la reparación correspondiente, encontrando absoluto rechazo y amenazas de quienes habitan el asentamiento que rodea las instalaciones del EPAS.
Por razones de fuerza mayor y al no existir las condiciones normales, el sector queda sin servicio hasta el día lunes, donde se pedirá la custodia policial para que el personal pueda realizar su tarea.
Las autoridades de CALF, llaman a la reflexión y hacen un llamado a todos los socios-usuarios, sobre la necesidad de defender y cuidar nuestras instalaciones. Los daños que se producen siempre son reemplazados, pero no van a permitir que se ponga en peligro la integridad física de los trabajadores. Cuando el personal sale a cubrir una emergencia, su familia lo está esperando.
El invierno trae como consecuencia que las familias que viven en los asentamientos utilicen la electricidad para calefaccionar su hogar, y por consiguiente provocan un excesivo consumo y dañan nuestras instalaciones.
Ante esta situación solicitamos realicen un consumo eléctrico racional para que todos puedan hacer uso de este elemento tan esencial para nuestras tareas cotidianas.