Tras el encuentro, Zingoni explicó que "este es otro claro ejemplo de un municipio ausente, carente de controles y cuyo intendente, definitivamente tiene su mente en otra cosa y dejó de gestionar para los vecinos de Neuquén". El edil aseveró además que "necesitamos que Quiroga empiece a tomar decisiones firmes, que los habitantes de la ciudad precisan para mejorar su calidad de vida. Los controles que lleva adelante el municipio son nulos en cuento a ruidos molestos y es necesario que empiece a actuar".
Alejandra, una vecina de la zona, que participó del encuentro con los concejales, aseveró que "acá es imposible dormir y tener una vida normal. El Río Grande se convirtió en un boliche a cielo abierto y quienes vivimos en el barrio lo estamos sufriendo. Los fines de semana, los ruidos se multiplican y la Olascoaga es una pista de carrera donde circulan peligrosamente motos y autos con escape libre y la música a todo volúmen. No hay un mínimo de respeto y comprensión por quienes vivimos acá". Por otra parte, confirmó que "realizamos cientos de denuncias en el municipio, pero jamás tuvimos respuestas. Por eso decidimos convocar a los concejales para que ellos tomen cartas en el asunto y puedan, cuando antes, encontrar una solución, porque es imposible vivir así".