La adolescente de 16 años acusada del crimen de Jeremías Monzón continuará detenida luego de la audiencia imputativa realizada este lunes en la ciudad de Santa Fe. Así lo resolvió el juez Sergio Carraro, quien dispuso que la joven permanezca alojada en un centro especial para menores, en el marco del proceso penal juvenil.
La causa investiga el brutal asesinato de Monzón, un joven de 23 años que fue hallado sin vida en una fábrica abandonada, con 23 puñaladas en distintas partes del cuerpo. Según la investigación, el ataque habría sido cometido con un alto nivel de violencia y no se descarta que incluso haya sido registrado con un teléfono celular perteneciente a uno de los implicados.
El fiscal Pablo Cecchini confirmó que la carátula es homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, por alevosía y ensañamiento, una de las figuras penales más graves. Además, indicó que al menos dos de los involucrados son menores de edad y que se trabaja para identificar a un posible tercer sospechoso.
De acuerdo a fuentes judiciales, la joven imputada es penalmente imputable y no registra antecedentes, mientras que otro de los menores señalados no podrá ser juzgado debido a su edad. En el caso de la adolescente, el fiscal solicitó una medida de encierro, que dentro del sistema juvenil equivale a una prisión preventiva.
La investigación también analiza el móvil del crimen, que aún no está claro. Entre las hipótesis que manejan los investigadores figuran un conflicto vinculado a la venta de drogas y un problema en la relación sentimental que mantenían la víctima y la acusada.
En las últimas horas, además, trascendió que cámaras de seguridad de la zona registraron a la joven caminando junto a Monzón poco antes del ataque, un elemento clave que refuerza la reconstrucción de los momentos previos al homicidio.