El escándalo entre Wanda Nara y Martín Migueles volvió a escalar después de que se conocieran los audios y versiones de contactos con Claudia Ciardone, a los que luego se sumó el testimonio de Ximena Capristo. En ese contexto, la conductora habría decidido plantarse. De acuerdo con el relato de Pochi, de Gossipeame, Wanda rompió en llanto y le hizo a su pareja una advertencia contundente: si aparece una prueba de infidelidad, la relación se termina.
En Puro Show, Pochi reconstruyó cómo se desencadenó el conflicto. Mientras el panel analizaba el audio que habría salido desde un teléfono en común, la periodista explicó: “Ese audio es un audio que le manda a Migueles a Ciardone, pero desde el teléfono de alguien que tienen en común”. A partir de allí, el foco se corrió a algo que preocupa todavía más: la existencia de chats que podrían ver la luz.
La panelista fue clara al describir el temor de Migueles: “El tema es que habría un chat entre Ciardone y Migueles, donde él le vuelve a hablar, retoma la charla, y lo que yo sé es que Migueles está muy preocupado porque se filtren esos chats”. Según contó, la preocupación pasa por el contenido y por el contexto en el que podrían aparecer.
El punto crítico, para Wanda Nara, habría sido la sensación de traición. Pochi diferenció el impacto entre rumores y pruebas concretas: “Porque de última el audio este que mandó lo puede negar a muerte, lo puede caretear, pero esos mensajes que lo tienen muy preocupados de que los tenga Yanina y los muestre, eso puntualmente lo tienen preocupado a Migueles porque ahí lo comprometen un poco más con esto de querer verse”. El ida y vuelta, en ese escenario, cambia el peso de la historia.
Fue en ese marco que la reacción de Wanda habría sido tan emocional como firme. “A mí lo que me cuentan es que a Wanda esto le cayó como una patada, le cayó pésimo, estuvo llorando y le advirtió que si surge algo que comprueba una infidelidad de él, lo deja. No hay retorno. Así que él estaba desesperado, justamente porque estos chats no se filtren”, aseguró Pochi, marcando el límite que la empresaria habría puesto sobre la mesa.
Mientras tanto, en paralelo, crecían las especulaciones sobre qué se considera infidelidad y hasta dónde llega la traición. Entre opiniones y recuerdos del Wandagate, Pochi remarcó el comportamiento que percibe en Martín Migueles: “Sí, obvio. En realidad la intención estaba, no sucedió el encuentro, pero la intención estaba… Para mí él pensó ‘bueno, la tiroteo, es famosa, no me va a mandar al frente porque estoy con Wanda’”.
Con el correr de los días, el clima pareció calmarse. Según la misma fuente, “Wanda lo terminó perdonando claramente”, aunque con una condición que sigue vigente: cualquier filtración que pruebe algo más, significaría el final. Por ahora, Migueles permanece en alerta por esos supuestos chats, mientras Wanda marca una línea que no está dispuesta a volver a cruzar.