"Es imperioso generar acciones tendientes a proteger la salud de los niños y las niñas en el ámbito escolar, pero también en el propio hogar” -explicó Milesi y luego agregó que "el objetivo es concientizar sobre la peligrosidad de un producto aparentemente inofensivo pero cuyo daño está científicamente comprobado”.
Frente a los riesgos -evitables- de este producto, la Cámara resolvió prohibir el uso de la purpurina, brillantina o su similar en todas las escuelas -y todos los niveles- del territorio de Río Negro.
Asimismo, los comercios que lo exhiban, deberán colocar en su envase la leyenda de "producto tóxico” y no podrán vendérselo a niños, niñas o adolescentes.